Interesante, este número. La creación de juegos fue el tema escogido para el dossier pertinente, algo que parece ir a la estela de los artículos sobre la dirección de partidas de un par de números atrás. La complejidad y el caos del asunto se reflejaban en una portada muy curiosa, que según se mencionó en el editorial, se estuvo pensando en hacer un póster con ella. Parece que esto último no llegó a ocurrir.
Se avecinaba una crisis, se comentaba en el Comunikado. No una crisis del mercado rolero, sino una de las gordas, aunque no tan grande como la que estamos viviendo desde hace unos años. Una ligera bajada del IVA era el motivo aducido por Joc para reducir el precio de la revista a 395 pesetas. Igual también tuvo algo que ver el que fijar los precios de este modo, al límite de aumentar el dígito más alto.
Veamos como iba El estado de la afición: El Conciliabulo Infernal en Puertollano, La Orden de los Innominados en Marbella, y El Concilio Blanco II en Puerto Real eran algunos de los clubes de nuevo cuño. También estaban Atlach-Nacha en Madrid, Asociación de Rol de Molina de Segura en esa misma localidad murciana, El Cónclave de los Sabios en Salamanca, Los Exterminadores de Javian en El Prat y L´Orbe de la Serp en Sueca. En Bilbao, Mutantes en la Alfombra, en Córdoba, Black Rose, en Cornellà de Llobregat, Muereserdo, y Triple Star en Móstoles.
Editorialmente hablando, se anunciaba una nueva edición de Stormbringer por parte de Chaosium. Sería la tercera (o cuarta, con Stormbringer/Elric siempre me lío), pero esto no llegaría a ver nunca una traducción en castellano. Joc acabaría publicando la siguiente, lo que sería uno de sus últimos estertores. Ludotecnia publicaba el Anuario Kaufmann, a mi parecer el mejor suplemento ever de Mutantes en la Sombra. Y Ediciones Zinco, después de haber calentado motores con la publicación de los manuales básicos de AD&D, comenzaba a ganar velocidad arrojando un suplemento tras otro a los ávidos aficionados.
Continuaba El retorno de Pthulhu, la saga de Monteys. Y según el Ranking, las preferencias de los aficionados se decantaban por AD&D, El Señor de los Anillos, El Señor de los Anillos Básico y La Llamada de Cthulhu.
¡Oh, Ruooolo mío! era un curioso artículo referido a los juegos de rol en Italia. Escrito por Ernest Urdi, es uno de esos interesantes artículos que retratan el panorama editorial rolero de un país en un momento dado. Me llama la atención que ya hubiesen sendos juegos de rol que adaptaban los cómics Dylan Dog y Martin Mystère. Entre otras cosas, por supuesto. Muy bueno el detalle de incluir algunas direcciones útiles, como las de tiendas especializadas importantes.
Es muy buena la anécdota con la que comienza El consultorio del orco Francis. Si ese mismo artículo, Sólo si lo exige el guión, hubiese sido escrito hoy día, al autor le despellejaría vivo, pues habla sobre los jugadores munchkin, que esperan que la partida sea una sucesión de carnicerías -desviándose del argumento central del escenario en busca de bronca-, y de los esfuerzos de los directores de juego por encauzarles en el camino correcto. Unas aseveraciones que hoy suscitarían fuertes comentarios en contra, pero que hablan de los esfuerzos por mejorar la forma de jugar por aquel entonces.
Eduard García mantenía en este número una nueva entrega de Guía para lobeznos (blancos), una de las pocas secciones de dudas que se mantenían -la otra era Los Secretos del Diablo- que aparecían esporádicamente en las páginas de la revista. Las llamadas de Cthulhu y Runeconsultas estaban finiquitadas a estas alturas.
Tablero de cristal, otra efimera sección de la revista, reseñaba el videojuego Sid Meier´s Civilization. Ya sabéis, el primero. Todavía me acuerdo de semejante joya. Es al que más he llegado a jugar de toda la serie, y sigue siendo el que más me gustó. La reseña corría a cargo de Xavier Canyelles.
No hay artículos sobre wargames en este número, nada de Silencio... ¡Se juega! En su lugar, pasamos directamente al Dossier, que en este número resultaba particularmente extenso. Contenia un juego completo, nada menos.
Diseño de juegos, era el tema tratado en esa ocasión. Habría con un artículo de Eduard García, Diseño de juegos: La válvula de escape a tus instintos creativos, es una sencilla introducción al tema que se irá desgranando en los artículos siguientes.
Publicar un juego de rol (y volverse majara durante el proceso), de Ricard Ibáñez (¿quién si no?), detalla los pasos más importantes del proceso, desde la concepción de la idea hasta los problemas de erratas y errores de impresión. No es que sea demasiado útil para la articulación de un sistema de juego, pero es un artículo de lectura interesante, de todos modos.
Como detalle final, hay un listado de juegos caseros, populares en el club en el que fueron creados, además de las fanediciones y las primeras publicaciones profesionales.
Para redondear el contenido anterior, se incluye aquí una "entrevista" (en realidad, un cuestionario enviado y respondido vía fax) a un veterano en esto del diseño y la publicación. Nada menos que a Greg Stafford. Eduard García escribió las preguntas, y Stafford las respuestas. No son particularmente extensas ni interesantes, en el sentido de que no ofrecen muchos datos ampliamente conocidos sobre los juegos de Chaosium. Quizá lo más curioso es el detalle de los suplementos descartados para RuneQuest: La Grecia micénica, los celtas, aztecas e islas del Pacífico estuvieron todos en la recámara de la editorial, pero nunca llegaron a aparecer. Que lástima.
¿Dije antes que no había contenido sobre wargames en esta revista? Quizá hablé demasiado rápido. Cómo convertirse en un diseñador de juegos de guerra, por Juan Francisco Navarro, ahonda precisamente en este campo.
Y el Dossier concluye con un ejemplo de juego completo (aunque breve, por supuesto). Se trataba de Mili KK, el juego de rol, que también podría haberse titulado Historias de la puta mili, el juego de rol, que es más o menos de lo que iba el juego. Mecanicamente sencillo y convencional, su lectura es muy divertida. Años más tarde fue publicado y puesto a la venta por Proyectos editoriales Crom, aunque en un momento en el que el servicio militar obligatorio era cosa del pasado. Supongo que los jugadores más jóvenes no se sentirían muy identificados con estas cosas. El juego fue escrito por Jordi Cabau y Ricard Ibáñez.
Y la cosa era tan completa que incluso había un escenario para el juego. Supervivencia es una historia de despropósitos a los que los reclutas deben hacer frente (o mejor todavía, escaquearse), y salir airosos del trance. Todavía me acuerdo de uno de los nombres más memorables para un PNJ que he visto nunca: El sargento Fojones (apodado "Festículos").
La voz de su máster. Vaya, volvía a haber algo sobre RuneQuest en las páginas de Líder. El resultado del concurso propuesto bastante antes, que proponía crear un trasfondo para el bicharraco gigante que aparecía en la portada de RQ básico, en la ilustración de Das Pastoras. Luis Serrano comentaba el asunto, presentando al vencedor de la lid, que resulto ser... caramba, Antonio Polo. Felicidades por el premio, Maese, aunque sean dadas con un poquito de retraso...
David Revetllat i Barba abre la sección Módulos con su escenaro para Star Wars, Asesinato en Lloor-T. Una completa historia que trata sobre la investigación de un asesinato.
Tema compartido por el otro escenario presente en este número. Murder Party, de Ricard Ibáñez, es un original (bueno, según se mire) módulo de Aquelarre, en el que se puede investigar el asesinato de un noble durante una importante ocasión social. Hay muchos sospechosos, y durante sus pesquisas, puede que los PJ se acaben dando una sorpresa. O no, según los conocimientos de los jugadores.
Y hasta aquí el número treinta y tres de Líder.
Se avecinaba una crisis, se comentaba en el Comunikado. No una crisis del mercado rolero, sino una de las gordas, aunque no tan grande como la que estamos viviendo desde hace unos años. Una ligera bajada del IVA era el motivo aducido por Joc para reducir el precio de la revista a 395 pesetas. Igual también tuvo algo que ver el que fijar los precios de este modo, al límite de aumentar el dígito más alto.
Veamos como iba El estado de la afición: El Conciliabulo Infernal en Puertollano, La Orden de los Innominados en Marbella, y El Concilio Blanco II en Puerto Real eran algunos de los clubes de nuevo cuño. También estaban Atlach-Nacha en Madrid, Asociación de Rol de Molina de Segura en esa misma localidad murciana, El Cónclave de los Sabios en Salamanca, Los Exterminadores de Javian en El Prat y L´Orbe de la Serp en Sueca. En Bilbao, Mutantes en la Alfombra, en Córdoba, Black Rose, en Cornellà de Llobregat, Muereserdo, y Triple Star en Móstoles.
Editorialmente hablando, se anunciaba una nueva edición de Stormbringer por parte de Chaosium. Sería la tercera (o cuarta, con Stormbringer/Elric siempre me lío), pero esto no llegaría a ver nunca una traducción en castellano. Joc acabaría publicando la siguiente, lo que sería uno de sus últimos estertores. Ludotecnia publicaba el Anuario Kaufmann, a mi parecer el mejor suplemento ever de Mutantes en la Sombra. Y Ediciones Zinco, después de haber calentado motores con la publicación de los manuales básicos de AD&D, comenzaba a ganar velocidad arrojando un suplemento tras otro a los ávidos aficionados.
Continuaba El retorno de Pthulhu, la saga de Monteys. Y según el Ranking, las preferencias de los aficionados se decantaban por AD&D, El Señor de los Anillos, El Señor de los Anillos Básico y La Llamada de Cthulhu.
¡Oh, Ruooolo mío! era un curioso artículo referido a los juegos de rol en Italia. Escrito por Ernest Urdi, es uno de esos interesantes artículos que retratan el panorama editorial rolero de un país en un momento dado. Me llama la atención que ya hubiesen sendos juegos de rol que adaptaban los cómics Dylan Dog y Martin Mystère. Entre otras cosas, por supuesto. Muy bueno el detalle de incluir algunas direcciones útiles, como las de tiendas especializadas importantes.
Es muy buena la anécdota con la que comienza El consultorio del orco Francis. Si ese mismo artículo, Sólo si lo exige el guión, hubiese sido escrito hoy día, al autor le despellejaría vivo, pues habla sobre los jugadores munchkin, que esperan que la partida sea una sucesión de carnicerías -desviándose del argumento central del escenario en busca de bronca-, y de los esfuerzos de los directores de juego por encauzarles en el camino correcto. Unas aseveraciones que hoy suscitarían fuertes comentarios en contra, pero que hablan de los esfuerzos por mejorar la forma de jugar por aquel entonces.
Eduard García mantenía en este número una nueva entrega de Guía para lobeznos (blancos), una de las pocas secciones de dudas que se mantenían -la otra era Los Secretos del Diablo- que aparecían esporádicamente en las páginas de la revista. Las llamadas de Cthulhu y Runeconsultas estaban finiquitadas a estas alturas.
Tablero de cristal, otra efimera sección de la revista, reseñaba el videojuego Sid Meier´s Civilization. Ya sabéis, el primero. Todavía me acuerdo de semejante joya. Es al que más he llegado a jugar de toda la serie, y sigue siendo el que más me gustó. La reseña corría a cargo de Xavier Canyelles.
No hay artículos sobre wargames en este número, nada de Silencio... ¡Se juega! En su lugar, pasamos directamente al Dossier, que en este número resultaba particularmente extenso. Contenia un juego completo, nada menos.
Diseño de juegos, era el tema tratado en esa ocasión. Habría con un artículo de Eduard García, Diseño de juegos: La válvula de escape a tus instintos creativos, es una sencilla introducción al tema que se irá desgranando en los artículos siguientes.
Publicar un juego de rol (y volverse majara durante el proceso), de Ricard Ibáñez (¿quién si no?), detalla los pasos más importantes del proceso, desde la concepción de la idea hasta los problemas de erratas y errores de impresión. No es que sea demasiado útil para la articulación de un sistema de juego, pero es un artículo de lectura interesante, de todos modos.
Como detalle final, hay un listado de juegos caseros, populares en el club en el que fueron creados, además de las fanediciones y las primeras publicaciones profesionales.
Para redondear el contenido anterior, se incluye aquí una "entrevista" (en realidad, un cuestionario enviado y respondido vía fax) a un veterano en esto del diseño y la publicación. Nada menos que a Greg Stafford. Eduard García escribió las preguntas, y Stafford las respuestas. No son particularmente extensas ni interesantes, en el sentido de que no ofrecen muchos datos ampliamente conocidos sobre los juegos de Chaosium. Quizá lo más curioso es el detalle de los suplementos descartados para RuneQuest: La Grecia micénica, los celtas, aztecas e islas del Pacífico estuvieron todos en la recámara de la editorial, pero nunca llegaron a aparecer. Que lástima.
¿Dije antes que no había contenido sobre wargames en esta revista? Quizá hablé demasiado rápido. Cómo convertirse en un diseñador de juegos de guerra, por Juan Francisco Navarro, ahonda precisamente en este campo.
Y el Dossier concluye con un ejemplo de juego completo (aunque breve, por supuesto). Se trataba de Mili KK, el juego de rol, que también podría haberse titulado Historias de la puta mili, el juego de rol, que es más o menos de lo que iba el juego. Mecanicamente sencillo y convencional, su lectura es muy divertida. Años más tarde fue publicado y puesto a la venta por Proyectos editoriales Crom, aunque en un momento en el que el servicio militar obligatorio era cosa del pasado. Supongo que los jugadores más jóvenes no se sentirían muy identificados con estas cosas. El juego fue escrito por Jordi Cabau y Ricard Ibáñez.
Y la cosa era tan completa que incluso había un escenario para el juego. Supervivencia es una historia de despropósitos a los que los reclutas deben hacer frente (o mejor todavía, escaquearse), y salir airosos del trance. Todavía me acuerdo de uno de los nombres más memorables para un PNJ que he visto nunca: El sargento Fojones (apodado "Festículos").
La voz de su máster. Vaya, volvía a haber algo sobre RuneQuest en las páginas de Líder. El resultado del concurso propuesto bastante antes, que proponía crear un trasfondo para el bicharraco gigante que aparecía en la portada de RQ básico, en la ilustración de Das Pastoras. Luis Serrano comentaba el asunto, presentando al vencedor de la lid, que resulto ser... caramba, Antonio Polo. Felicidades por el premio, Maese, aunque sean dadas con un poquito de retraso...
David Revetllat i Barba abre la sección Módulos con su escenaro para Star Wars, Asesinato en Lloor-T. Una completa historia que trata sobre la investigación de un asesinato.
Tema compartido por el otro escenario presente en este número. Murder Party, de Ricard Ibáñez, es un original (bueno, según se mire) módulo de Aquelarre, en el que se puede investigar el asesinato de un noble durante una importante ocasión social. Hay muchos sospechosos, y durante sus pesquisas, puede que los PJ se acaben dando una sorpresa. O no, según los conocimientos de los jugadores.
Y hasta aquí el número treinta y tres de Líder.