Lo Sobrenatural en la Tierra Alternativa (VI): El Animismo.

Al igual que ocurre con el Misticismo, encuentro ciertas dificultades a la hora de introducir el Animismo como estilo de magia en una campaña de la Tierra Alternativa. Si los adoradores de deidades ajenas al cristianismo ya lo tienen mal, quienes practican religiones más primitivas lo tienen totalmente crudo, al punto de que sólo pueden conservar sus creencias gracias al aislamiento en el que viven.

No es cosa sólo de que lleguen los cristianos y arrasen con los adoradores de espíritus. No soy historiador ni antropólogo, así que cualquiera que tenga un mínimo dominio de estas áreas probablemente pueda corregir lo que yo exponga aquí. Pero hasta ese momento, según tengo entendido, las religiones animistas suelen ser las primeras manifestaciones religiosas en las culturas primitivas. Se llega a la creencia de que cada elemento de la naturaleza y cada objeto poseen alma propia. Y hay multitud de espíritus que se relacionan en diversos modos modos con esas almas. Esos espíritus han de ser tratados con respeto, pero también se les puede engatusar para que ayuden en algo, o sobornarles, o incluso, si uno está lo bastante seguro de su propio poder, obligarles a cumplir su voluntad.

Con el tiempo tales creencias se van refinando. Los espíritus un tanto abstractos del animismo se van personalizando, adquiriendo rasgos y personalidad humanos, hechos a semejanza de sus creadores/adoradores. Ya no se habla del espíritu de la tormenta, sino de Zeus o Thor. Ya no son espíritus, sino dioses.

En una campaña situada en una Tierra Alternativa llena de elementos mágicos esta evolución de las creencias no es una alternativa. Dioses y espíritus son reales por igual, y puede que todos estén en lo correcto cuando responden a las preguntas básicas sobre la existencia. Simplemente hay que elegir qué versión gusta más, o ni siquiera eso; Se defienden las creencias de la cultura en la que uno nace y le ha tocado vivir. No es una mala aproximación, y así lo han hecho en Glorantha, donde la mitología tiene más importancia que en cualquier otro entorno de fantasía. Esta opción le quita a uno los problemas de tener que decidir que alguien tiene la razón y el resto de creencias están equivocadas. Tampoco hace falta crear una cosmología propia que imbrique todas las creencias de una forma bastante desmitificadora, una especie de monomito o "verdad secreta" sobre el universo y sus seres más poderosos. El Otro Lado es lo bastante amplio como para contener varias explicaciones de sí mismo, contradictorias pero sin embargo, todas ellas correctas. En fin, cualquier religión que comparta espacio con las monoteístas tiene este problema, así que esa filosofía se da por entendida desde el principio.

Pero seguimos con el problema del Animismo ¿Dónde se practica?¿Quién sigue esta tradición?

En la Europa medieval quedan muy pocas regiones en las que las prácticas animistas sigan en boga. Todas ellas alejadas de las zonas cristianas más densamente pobladas. El pueblo suomi de Finlandia, las tribus laponas del norte de Escandinavia, los guanches de las Islas Canarias o los pobladores de los Montes Urales y el Macizo de Altai, son todos lugares donde es posible encontrar practicantes de tradiciones animistas durante el medievo europeo. Como puede comprobarse, ninguno está próximo a la "Cristiandad". Y, por supuesto, pueblos aún más lejanos, como los habitantes del África subsahariana, o algunas tradiciones orientales, también emplearían, en una campaña de RuneQuest, el Animismo.

Teniendo en cuenta que sus creencias y poderes son reales, podríamos decir que las tradiciones han sobrevivido mejor de lo que lo hicieron en la historia del mundo real. Quizá sigan siendo dominantes en algunos lugares. Pero esa solución no termina de gustarme. Si bien puedo preferir mantener vivas en mi campaña tradiciones religiosas que ya estaban extintas en el periodo tratado, siempre será de forma marginal. De lo contrario, me estaría alejando de una versión mítica del mundo, para adentrarme en algo más parecido a una ucronía. No es esa mi intención, al menos no en los reinos en los que uno piensa cuando piensa en la Europa medieval. Siempre cabe la posibilidad de hacer algo así en las fronteras del mundo conocido (en mi concepción particular de la Tierra Alternativa, Islandia, Groenlandia y Vinlandia, que aún existe, siguen con la vieja religión, a pesar de la conversión de Noruega, Suecia y Dinamarca. Y ahora que lo pienso, los Vinlandia seguro que sí se han encontrado con chamanes.), pero no me complace tanto el situar en pleno S.XII una zona en la que los pictos continúen con sus creencias ancestrales, por ejemplo, con los ingleses cristianos a la vuelta de la esquina. Aunque igual quedaba algo de eso, y yo sin saberlo.

Claro que, cuanto más atrás en el tiempo situemos la campaña, más fácilmente podría llevarse algo así a cabo. Una situada durante la República de Roma contaría con muchas más facilidades a la hora de incorporar animistas.

En definitiva, será muy raro ver un chamán en mi campaña. Siempre vendrán desde fuera, de lugares de los que los habitantes de Europa apenas han oído hablar en relatos, o no han oído hablar en absoluto. Serán siempre "forasteros exóticos", lo que significa que tendrán que ser muy raros. Pueden ser interesantes y añadir mucho color a una campaña, pero también habrán de tener cuidado, pues sus poderes serán algo casi desconocido para las autoridades establecidas, como la Iglesia. Y lo que no se comprende, se suele temer, así que podrían verse metidos en problemas con facilidad, acusados de hacer uso de "brujerías malignas y trato con demonios". Supongo que los encontrarían más incomprensibles incluso que a los hechiceros. Crusaders of the Amber Coast, por ejemplo, la forma más fácil de encontrar a gente así es dirigirse al norte, hacia Estonia, cuyo pueblo comparte muchos lazos con los suomi de Finlandia, incluyendo las prácticas chamanísticas. 

Otra alternativa para hacer algo más próxima esta tradición mágica, sería la de incluirla como algún culto concreto dentro de una religión. Quizá determinada deidad no emplee sacerdotes, sino chamanes, pues su dominio cubre los espíritus y el mundo en el que éstos habitan. Esto sería ya cosa de conocer los panteones y creencias de alguna de estas religiones, y buscar al candidato más adecuado a "patrón" de los animistas.

Por cierto, si alguien quiere ver algo de todo esto ilustrado en una película, le recomiendo ver El guía del desfiladero (Ofelas), una película finlandesa de 1987, que, además de ser muy entretenida, tiene algunas escenas.que ejemplifican este tipo de creencias, junto con la forma de vida de las tribus de la región. Y por favor, no confundir con el lamentable remake estadounidense de hace unos pocos años, esa película en la que el  poderoso Hombre Blanco protagonista (Karl Urban me cae bien, pero el papel que tiene aquí es penoso) tiene que enseñar a los ineptos indios americanos, los mismo que le han criado y enseñado, como hay que luchar contra los incursores vikingos. Esa película no. Esa película caca.