En algún momento anterior comenté
que cualquier juego de rol es, en sí mismo, atemporal. Se puede jugar cualquier
tipo de historia, por actual o repetida que esté, con cualquier juego. Claro,
algunos juegos pueden encajar mejor con determinados tipos de campañas que
otros. Pero mantengo que no existen juegos “obsoletos”, no mientras haya gente
que disfrute jugando con ellos. Me asombra que algo tan elemental siga siendo
discutido continuamente.
En fuerte contraste, las revistas
de rol sí están enclavadas en su tiempo. Una instantánea del momento en el que
fueron publicadas, nos dan una idea de ese tiempo; A qué se jugaba, y cómo.
Cuáles eran las cuestiones que preocupaban a los aficionados, y las discusiones
en que éstas eran debatidas. En qué se parecía aquello al momento actual, y en
qué se diferenciaba. Cómo éramos, y cómo somos.
La verdad es que ojear viejas
revistas de esta afición siempre me provoca cierta nostalgia, melancolía
incluso. Uno se siente partícipe de aquel tiempo, que no por pasado fue mejor,
pero que tuvo sus cosas buenas, algunas de las cuales no volverán. Así que, a
pesar de atesorar toda revista que acabó en mis manos allá en los años noventa,
no suelo releerlas demasiado a menudo. Siempre me acabo preguntando qué sería
de fulanito, que hace veinte años puso un anuncio para informar que deseaba
unirse a un grupo de jugadores. O porqué menganito vendía su colección de
juegos de rol ¿Dejó atrás la afición, o se vio obligado a desprenderse de algo
que aún era muy preciado para él? Es también curioso encontrar cartas dirigidas
a la revista por lectores que, hoy en día, disfrutan de cierto renombre entre
la afición. También estaban, como no, las
eternas discusiones entre aficionados a distintos juegos, que sólo han
evolucionado en que ahora empleamos una jerga de apariencia más sofisticada y
especializada, aunque los argumentos son básicamente los mismos. Y los
artículos que presentaban la novedosa aparición de juegos ahora descatalogados
desde hace largo tiempo.
Ahora no hay nada como aquello.
No pasamos del catálogo mensual de Games Workshop, la versión online de Dragon y Dungeon, y los fanzines de Internet, que son muy dignos, pero no me
ofrecen lo mismo. A principios de la década pasada todavía había algunos
valientes intentos de mantener la tradición, pero no aguantaron demasiado. Como
tampoco aguantó mucho cualquier intento desde una editorial de llevar su propia
publicación. Así le ocurrió a la última serie de Líder, o a la muy digna RPG
Magazine. Tampoco hubo mucha más suerte con la Dungeon de Taller de juegos, o la posterior Dragón de Devir, quienes se limitaban al papel de traductores, pese
a contar con gente más que capaz de hacer un gran trabajo incorporando
contenidos propios, como hiciera Ediciones Zinco unos años atrás.
La época dorada de estas
publicaciones se desarrolló entre la segunda mitad de los años ochenta y la
primera de los noventa. Eran muchas y presentaban variedad de contenidos. Dragón Magazine, Dosdediez, Troll, Playrol,
Sir Roger, Rosa Negra… son muchos los títulos publicados en aquellos años.
Y, por supuesto, Líder.
En su mayoría fueron de corta
vida. Si pusiéramos un listón de, digamos veinte números, serían muy pocas las
que lo alcanzarían. En realidad, creo que sólo cuatro: Troll, con veinticinco números publicados entre 1986 y 1990, Dragón Magazine, con unos 29 números
entre 1993 y 1998, dosdediez en su segunda época (desconozco la numeración exacta, creo recordar que su publicación comenzó en 1999, pero no podría asegurarlo. Gracias a Monty por el apunte) y a gran distancia, Líder,
con 62 números en su segunda época, desde 1987 hasta 1998, lo que la convierte
en la más longeva de las revistas impresas españolas dedicadas a esto de los juegos de
rol, y eso sin contar sus encarnaciones anteriores y posteriores. Actualmente Fanzine Rolero, con 47 portadas a fecha
de hoy, y la extinta revista que publicara Nosolorol,
con 62 números desde 2003 hasta 2008, se acercan a esas cantidades. Desde el Sótano, de Ediciones Sombra, las
supera de largo, con más de un centenar de números a sus espaldas. Pero aquí estoy
hablando de revistas impresas, con toda la dificultad adicional que eso
conlleva para su creación y publicación, y el placer adicional que proporciona
a su lectura. Al menos para mí, que prefiero el papel a la pantalla cuando
quiero leer algo.
Creo que me gustaban tanto en su
época porque en ese formato se presentaba de forma seria y, digamos, “adulta”
asuntos que resultaban de gran importancia para quienes no éramos más que
adolescentes. Ver en letra impresa aquellas discusiones y devaneos que nosotros
mismos manteníamos en tiendas especializadas y clubes ofrecía una sensación de
participar en algo, de comunidad rolera. Era nuestro hobby, y teníamos nuestras
revistas y fanzines para demostrar que se trataba de algo que podía ser tratado
seriamente. Un poco ingenuos, sí, pero estaba bien.
En el momento en que tuve que
escoger carrera en la universidad, no sé si mi atracción por aquellas revistas,
tanto las de rol como las de literatura fantástica, tuvo algo que ver con
escoger Periodismo. Probablemente me gustaban porque eso era algo que ya
había decidido que quería hacer. En fin.
La actitud de muchas de aquellas
publicaciones era la de aficionados respaldados por la editorial, pero con
cierta libertad para escribir. Muchos provenían de clubes, que aparentemente
actuaban con estrecha colaboración con alguna de las editoriales, que debían de
emplearlos como cantera de las que extraer nuevos talentos. Eso significa que
se incluían artículos sobre juegos de la competencia de la editorial que
publicase la revista, incluso con módulos o ayudas de juego para los mismos. Y
también que, ocasionalmente, se diese cabida a voces críticas con los productos
propios. Comparad un número de la Dragón
Magazine de Zinco en el que aparece un módulo para Ragnarok de Ludotecnia, o de Far
West, de M+D, con la actual Dragon,
en la que “D&D” se considera
sinónimo perfecto de “juego de rol”, pues no se reconoce la existencia de nada
más fuera de los límites de lo publicado por Wizards of the Coast. Incluso en
los tiempos de TSR había algo de cabida para productos ajenos, pero ahora se
parece cada vez más a la White Dwarf,
el más tristemente célebre ejemplo de cómo una magnífica revista de juegos de
rol puede acabar convertida en un insulso catálogo mensual.
En Líder había números cuyo dossier central se dedicaba a AD&D, a Cyberpunk, a Traveller. Metían
módulos para Vampiro, Kult… Nunca abandonaron sus orígenes,
cuando era Maquetismo y Simulación, y
los Wargames siempre tuvieron cabida en la revista, pese a que Joc
Internacional no trataba con tales productos. Los gustos de la redacción,
además de las exigencias comerciales, conformaban la tabla de contenidos de
cada número.
No soy enteramente ingenuo con
esto: Entiendo que existe la posibilidad de que la inclusión de contenidos
pertenecientes a juegos de otras editoriales bien pudiera ser una forma de
hacer más atractiva para éstas la contratación de espacio publicitario en la
revista. Tendría mucha lógica, y no consideraría negativamente el que así lo
hubiesen hecho. Tampoco quiero ser conspiranoico con tales cuestiones. Yo sólo
era lector entonces, y como lector es como recuerdo estas publicaciones.
Y parecía que todos los clubes de
entonces querían publicar su propio fanzine. Algunos de ellos realmente
brillantes, otros cargados sólo de ilusión y buenas intenciones. En el que yo
estaba no fue una excepción, con unos cuantos números de nuestro fanzine
circulando en algunas tiendas de la provincia antes de que tuviéramos que echar
el cierre (bueno, nos lo echaron al sacarnos del centro social en que teníamos
nuestra sede).
De modo que me he planteado
escribir algo sobre todo esto en el blog. Bueno, no lo voy a negar, ya hace
tiempo que vi en Grognardia como
James Maliszewski se pasó un tiempo tratando sobre la Dragon y otras publicaciones de su juventud, y me gustó mucho.
Pensé que estaría bien hacer una serie de artículos similares sobre las
revistas españolas. Y ahora que llevo este blog, bien podría hacerlo yo. En
realidad ignoro si algo así ya se ha hecho con anterioridad. He visto entradas sobre
estas revistas en Wikipedia, y la inestimable ayuda de la recopilación
realizada en Sinergia del juego de rol me ha ayudado a
hacerme con algunos de los números que me faltaban de algunas de estas
publicaciones, aunque sólo sea en forma de pdf. Pero creo que no existe algo
parecido a la serie de Grognardia. Si
lo hubiese y alguien me puede avisar, lo agradecería, pues prefiero evitar
redundancias sobre un tema.
Mi intención es comenzar por la
revista Líder. No haré un repaso
número a número, algo que llevaría mucho tiempo y se volvería tedioso por lo
repetitivo. En su lugar, escogeré aquellos que encuentre de mayor interés, bien
por sus contenidos relacionados con RuneQuest
y juegos afines, bien por que traten temas importantes en su momento, o
simplemente, por cuestiones de gustos personales. Más adelante, tal vez pueda
dedicar espacio a otras publicaciones.
Probablemente no sirva de nada
lamentarse por la falta de tales publicaciones en la actualidad, pues la cosa no tiene
remedio. Bastante tienen las pocas editoriales que quedan con publicar un par
de centenares de ejemplares de su último juego como para meterse en la aventura
de una revista propia. Y hay quienes han recogido el testigo. Con menos medios
(o más, según se mire, pues Internet y la electrónica de consumo actual ofrecen
unos recursos inimaginables hace un par de décadas) muchos aficionados continúan dedicando tiempo y esfuerzo para sacar adelante publicaciones sobre nuestra
afición, que ostentan no poca calidad. Yo mismo colaboro en alguna de ellas.
Pero que le voy a hacer, me
gustaba más aquello.
Creo que hablas más con el corazón de la nostalgia que realmente de lo que ofrecían. Ahora mismo hay publicaciones en internet, en mi opinión muy superiores o que al menos ofrecen lo mismo o parecido.
ResponderEliminarY supongo que conocerás este sitio:
http://www.sinergiaderol.com/sumario.html
Tienes unas cuantas revistas y fanzines para descarga
Bueno, lo cierto es que sí menciono a Sinergia en la entrada, mencionando que allí es donde encontré las que me faltaban.
ResponderEliminarSobre la calidad de las publicaciones actuales no lo discutiré, no se trata de decir que lo que había antes era mejor sólo porque era lo que había antes. Así y todo, creo que varias de estas revistas eran de gran calidad. Pero sí, claro que hay nostalgia.
Es sólo que echo en falta revistas de papel sobre el tema. El poder publicar algo así me parece un logro mayor que las actuales publicaciones online, por mucho que en calidad de contenidos, éstas no tengan nada que envidiar a aquellas, pero me gustaría poder optar a ediciones impresas de Fanzine Rolero y la actual Troll. En realidad, creo que el nivel de contenidos entre entonces y ahora es similar. Sólo cambian los recursos.
No pretendo convencer a nadie, ni desmerecer la producción actual (o la pasada), esto no es más que mi opinión, pero del mismo modo en que prefiero un manual impreso a un pdf, prefiero una revista de papel a una online.
Un saludo.
"El corazón tiene razones que la razón no entiende."
Eliminar-Blais Pascal-
Esto es algo mas del corazon que de la cabeza. Es que en el fondo eres,somos unos romanticos...
Pues no lo voy a negar...
EliminarNo se trata de ponerme en plan "Cualquier tiempo pasado fue mejor", pero sí, guardo un bonito recuerdo de aquellas revistas. Sin pretender compararlas con las actuales, sencillamente me gustaban.
Y se te ha olvidado entre las de más de 20, a 2d10
ResponderEliminarCreo que sí la menciono... Su primera época es una de mis cabeceras favoritas. La segunda, en formato más pequeño, ya no tanto.
EliminarAnda, ahora caigo que es verdad, que la segunda época sí superó esa cantidad de números, no me había dado cuenta de que te referías a eso. Paso a editar y añadir el dato.
EliminarGracias por el apunte, se me había pasado por alto. Esto demuestra que los recursos actuales permiten corregir estos gazapos tan molestos. Algo bueno tienen que tener estos tiempos.
Jolines, hablas de mi juventud...
ResponderEliminarCuando junto con otros como yo queríamos comernos el mundo como si fuera una naranja...
Me voy a tomar las pastillas para el ácido úrico, que me habéis puesto sensible... (y tengo que terminar otro artículo para Fanzine Rolero)
Debió de ser toda una experiencia, aquello. Fuisteis los pioneros en esto de los juegos de rol por aquí, traductores y autores de los primeros juegos en ser publicados.
ResponderEliminarY viendo el ritmo al que publicaba Joc, o las revistas que aparecieron en tan poco tiempo, no me extraña esa sensación de poder comerse el mundo...
Esperando quedamos a ver la segunda entrega de la Era Hyboria con la Puerta de Ishtar.
Un excelente excelente análisis.
ResponderEliminarUn saludo de otro RQ-adicto, desde Barcelona.
!Gracias¡
ResponderEliminarPues yo también hecho en falta el ver en los kioskos alguna revista del género. Que tiempos aquellos en los que ibas con las pesetas justas y tenías que elegir entre Dragón, Líder... De las actuales que comentas sólo conozco Troll 2.0, no se que más hay por ahí. El Fanzine Rolero también.
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