Verano-Otoño de 1237
Extracto de la carta enviada por Dietrich von Gruningen, Ostmeister de
Livonia, a su superior Hermann von Balk, Ostmeister de Prusia:
(…) De modo que tomé la
resolución de marchar de Riga, rumbo a la encomienda de Welden, desde hace años
sede de la Hermandad de la Espada, y donde aún no he estado, debido a todos los
asuntos que me han retenido junto al Obispo Nicholas. Para tal viaje debía
llevar una comitiva adecuada, así que veinte hermanos teutones partieron
conmigo, además de numerosos hombres de armas laicos, y criados suficientes
como para mantener nuestras necesidades.
Pensé que podría aprovechar el
viaje para poder ver con mis propios ojos las fortalezas que cubren el Río
Daugava, verdadera frontera natural que defiende a los livonios de los
belicosos lituanos. Antes de nuestra partida, numerosos cruzados recién
llegados a estas tierras se unieron a nosotros, entre ellos un monje franciscano,
el Hermano Peter, que afirmó haber llegado hasta este lugar en un intento de
salvar las almas de los paganos.
En nuestro periplo pasamos
revista a las fortalezas de Holm, Uekskull y Lennewarden, antes de llegar hasta
Ascheradan, la encomienda que está bajo el mando del joven Hermano Adam, como
ya os expliqué anteriormente.
Una vez en aquel lugar, fuimos
recibidos con toda la hospitalidad de la que pudieron hacer gala en aquella
humilde encomienda. No pasamos más de dos días allí, para no causar un exceso
de daño en las arcas de la fortaleza.
Según pude comprobar
personalmente, las obras del castillo de piedra se encuentran en un estado muy avanzado, a pesar de los problemas que, como me contó el komtur, habían hecho
peligrar su finalización. Los continuos ataques contra la obra y los
trabajadores, hechos según los designios de alguna bruja pagana, adoradora de
Satán sin duda, supusieron la puesta en peligro de las vidas de los hombres que
trabajaban en la edificación de la fortaleza, además de numerosos daños
valorados en una cuantiosa cantidad de plata.
Además de las incursiones, la
fortaleza de Ascheradan sufrió la presencia de un tipo de diablo o criatura
infernal, a quien los nativos dan el nombre de pukis. Estos seres tienen la
semblanza de dragones, pero sin ser más grandes que un gato. A pesar de su
reducido tamaño, me explicó el Hermano Adam, el pukis se volvió un problema
cada vez peor, pues es capaz de respirar fuego, y su astucia es tan grande como
su malignidad. Cometió actos de sabotaje, valiéndose de la noche y del fuego
que puede respirar por sus narices, haciendo caer la grúa y el andamio que los
obreros levantasen para ayudarse en la obra.
Finalmente, pudieron atrapar a la
bestezuela demoníaca en una emboscada, en la que, si bien el Hermano Adam no me
lo dijo con esas palabras, yo pensé que debía de haberse ayudado de la bruja
pagana Tekla, que le acompaña a todas partes, y en quien parece confiar más que
en un buen sacerdote cristiano.
Zemvaldis, el auxiliar de Adam, fue
quien, con su astucia, ha logrado la mayor cantidad de los dineros necesarios
para pagar la fortaleza. Si todo va bien, puede que en menos de dos años
después de recibir el encargo, Ascheradan por fin goce de la protección de un
castillo de buena piedra que la defienda de los incursores lituanos, además de
servir como base desde la que enviar nuestros propios ataques en esta cruzada.
El Hermano Adam me solicitó de
nuevo un capellán para la fortaleza. No es el único necesitado de sacerdotes,
razón por la que os pido reunáis aquellos que os sea posible, o que os lleguen
desde las encomiendas germanas o italianas, y que les hagáis embarcar hacia
tierras livonias, donde la necesidad de su auxilio espiritual es grande.
Pero entonces fue cuando el monje
franciscano Peter se ofreció voluntario para velar por las almas de los
habitantes de Ascheradan, hasta que un hermano capellán pueda ocupar el puesto.
Quedé sorprendido por su oferta, pero no encontré motivos para negar a aquellas
pobres gentes el alivio de los ritos de nuestra verdadera fe. Así que, cuando
partimos de Ascheradan, el franciscano quedó allí.
Puede que sea para bien. Ya
comienzan a alzarse voces que susurran sobre la excesiva permisividad que el
komtur tiene para con los paganos. Hay incluso rumores de su alianza con
brujas, que piden por buen tiempo y buenas cosechas a sus falsos dioses, todo
ello con el beneplácito de Adam. No hago caso a esos rumores, pues sé que hubo
muchas envidias cuando el Hermano Adam se convirtió en komtur de Ascheradan.
Pero si tales rumores persisten, mucho me temo que deberé iniciar una
investigación al respecto. Rezo para no tener necesidad de llegar a eso.
Tras despedirnos de los hermanos
de Ascheradan proseguimos viaje para dirigirnos a (…)
***
Otra semana, otra sesión. Esta ha
sido corta, pues tuvimos que interrumpir el juego mucho antes de lo
acostumbrado. Además, fue una de esas en las que algo que, mientras preparaba
la partida, el director de juego piensa que será resuelto con rapidez por los
jugadores. Pero luego llega el momento, y resulta que la cosa se alarga, y se
alarga, hasta que monopoliza toda la tarde. En este caso, el puñetero pukis.
El bichejo mantuvo en vilo la
construcción del castillo, poniéndola seriamente en peligro. Se tardó bastante
más de lo esperado en atraparlo, y cuando lo hicieron ya había causado daños
suficientes como para añadir una estación adicional al tiempo de construcción.
Pero al final acabaron con el condenado bicho.
Y ya no hubo tiempo para mucho
más. Poco después de aquello, tuvimos que terminar la sesión. Tal vez en la
siguiente.
"Tiene pinta que el tal Adam cohabita mucho con esa bruja de Tekla, que es mujer, tentadora, hermosa y de carnes prietas.
ResponderEliminar¿Habrán hablado ya con Adam de los peligros de la carne?¿De los peligros de las mujeres hermosas? Mujeres causantes de nuestro sufrimiento, del pecado original que nos expulsó del paraíso. Ni siquiera estamos seguros de que tengan alma...
Quizás con vino se pueda soltar la lengua de Zemvaldis y descubrir como es seguro que la hermosa Tekla, de generoso pecho, ha embrujado al bueno e inexperto Adam"
Um, a Adam y a Tekla se les va a complicar la cosa. Sueno divertido. No sé pero me imagino al tal Peter pensando de manera parecida.
En realidad, el franciscano, que ya habló con Tekla, resultó ser menos cerrado de mente de lo que se podría esperar. Incluso tenían puntos en común, pues el patrón de la orden tenía ideas sobre la presencia del alma en los animales, o incluso en cosas inanimadas. Eso le da ciertos puntos en común con los practicantes de la romuva.
ResponderEliminarQue no todos y cada uno de los curas va a ser un fanático de mente estrecha. Hasta en la vida real he conocido a alguno que se sale del estereotipo Rouco Varela.
Lo de Adam y Tekla son maledicencias sin fundamento alguno, difamaciones maliciosas.
De hecho, la mayoría no son Rouco.
EliminarPero alguno habrá con mirada libidinosa que piense que Adam está cometiendo los pecados que él mismo cometería. Añadiendo a su pecado la envidia. Y todo por culpa de una mujer.
Si no ¿quien difunde esos rumores? Aunque se me ocurre otra causante.
Nadie está difundiendo esos rumores. Te estás montando una película lasciva tú solo, Gilen. De lo que sí pueden estar soltando rumores es de que Adam haya pedido por mediación de Tekla la ayuda de sacerdotes paganos de la romuva para velar por el feudo de Ascheradan y sus gentes. Y serían rumores bastante fundados.
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