martes, 8 de octubre de 2019

Pegana, tiempo y dioses, de Lord Dunsany

Biblioteca del Laberinto publicó esta recopilación de relatos de Lord Dunsany en 2011, poniendo en un único volumen todos los relatos que el autor anglo-irlandés escribiese sobre el mundo de Pegana, con su ciclo mitológico, sus dioses y sus -en realidad dudo que esta sea la palabra adecuada- héroes mortales.

Originalmente publicado en dos partes, Los dioses de Pegana y El Tiempo y los Dioses (en 1905 y 1906, respectivamente), la edición de la Biblioteca del Laberinto complementa este conjunto con algunos relatos adicionales, relacionados con Pegana y a la vez claros precursores de la Tierra de los Sueños de H. P. Lovecraft -en realidad, el propio Dunsany ya usa esta concepción en sus relatos-. Entre estos últimos se encuentra, por ejemplo, el conocido Días ociosos en el País del Yann y para quienes hayan leído alguna vez esta pequeña joya será fácil hacerse una idea del tono que mantiene el conjunto del libro. Los cuentos -sobre todo los protagonizados por mortales- no hablan tanto de los logros de sus protagonistas como de los sucesos de los que son testigos o que simplemente les toca soportar. De recrearse en la maravilla de un mundo de fantasía con grandes influencias orientalizantes -propio de la época-, más que con las aventuras de los habitantes de ese mundo.

La primera parte del libro, más centrada en las deidades, describe la formación del mundo para a continuación describir a los distintos y más importantes miembros del panteón de dioses, con la forma en la que tratan a los pobres mortales. El planteamiento de Dunsany es casi sarcástico; el creador de los dioses duerme y las deidades, como niños pequeños, sencillamente se aburren. Para entretenerse, crean algo con lo que jugar, o sea, el mundo. Sabiendo que con el despertar del primero de entre ellos de su largo sueño, vendrá el descubrimiento de su travesura, y entonces no les quedará otro remedio que terminar con sus juegos. Y con el mundo, claro.

Tras la exposición de los diferentes dioses, llegan las historias que hablan de los desdichados mortales que han de tratar con ellos. Reyes y profetas que tratan de descubrir la voluntad de sus creadores, o de desafiarla, o saber más sobre la naturaleza del universo. Habitualmente, nada de eso termina bien para el pobre desgraciado, que acaba por ser castigado por su arrogancia, su deseo de saber más o sencillamente por el capricho de unas deidades a las que en definitiva, poco les importa la humanidad. Y todo esto lleva hasta la narración del inevitable final del mundo, una suerte de Apocalípsis o Ragnarok, pero menos violento.

En conjunto, un ciclo mitológico que resulta muy entretenido de leer, con momentos fascinantes, como la descripción que realiza Dunsany de la inmortalidad, estado que ha de poder sufrir uno de los personajes, y que encontré perturbadora en extremo.

El Tiempo y los Dioses se centra más en las vivencias de mortales. Son historias más largas que las del bloque anterior, quizá con la intención de un mayor contenido filosófico, de reflexiones más complejas que las en ocasiones casi anecdóticas historias contadas en Los dioses de Pegana. Pero quizá por ello mismo me parecen relatos algo menos frescos que los del primer bloque. Pero no de menor calidad.

La prosa es colorida, tranquila, recreándose en descripciones de paisajes y edificios llenos de exotismo, buscando la sugestión de un ambiente, una atmósfera particular, más que la sucesión de acontecimientos y giros de la historia. Como el anónimo pasajero del Pájaro del río, que navega tranquilamente las aguas del río Yann pasando de población en población, de maravilla en maravilla -con el ocasional horror-, observando todo sin implicarse realmente en nada.

Lord Dunsany es un puntal del género de fantasía en el siglo XX. Influyó en autores que posteriormente conformaron las vertientes más populares de este tipo de historias, y así, de forma indirecta, también a quienes imitaron a aquellos. Su lectura es imprescindible para cualquier interesado en la fantasía como género en conjunto. Y también es muy recomendable, simplemente, para quien busque a un buen autor que desborde imaginación.

8 comentarios:

  1. Dunsany es uno de mis tantos pendientes. Sobre todo en cuanto a fantasía pre-tolkieniana.
    El mundo de Pegana llama mucho mi atención (más que otras obras de las que tengo referencia del mismo autor) por su concepción de unos dioses a los que les somos casi indiferentes.
    Ojalá y algún día pueda echarle mano, pero los libros de fantasía antiguos son algo difíciles de conseguir en mi país.

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    1. También en España resultaba muy difícil encontrar obras de este tipo, sólo en años más recientes con algunas pequeñas editoriales, como Biblioteca del Laberinto, Valdemar o Costas de Carcosa se han podido rescatar algunas de estas joyas casi olvidadas.

      Y Dunsany tiene muy buenas antologías de relatos además de Pegana, como Cuentos de un soñador, o La Espada de Welleran. Si tienes ocasión de leer alguno de estos, creo que encontrarás que merecen la pena.

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  2. Maldición, otro más a añadir a la lista de pendientes.

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    1. Je, por experiencia sé que esa es una lista que no puede ser completada jamás.

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  3. Si te ha gustado los cuentos de Lord Dunsany, te recomiendo que pruebes con la obra de Clark Ashton Smith; en cierto modo, es similar a la de Dunsany pero con una marcada influencia de la tradición gótica inglesa y los decadentistas franceses.

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  4. Bueno, veo que no he acertado con la sugerencia, pues acabo de comprobar que tienes varias obras de Smith reseñadas en el blog.

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    1. Jeje. No, por supuesto que aciertas de lleno con la sugerencia. Tan solo ocurre que tengo bastante leído a CAS, uno de mis favoritos en este campo.

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