miércoles, 30 de octubre de 2019

Beowulf, autor anónimo

La historia es de sobras conocida: El pueblo al que gobierna el rey danés Hrothgar está sufriendo las depredaciones de Grendel, un monstruo que se acerca por las noches para devorar a quienes se atreven a quedarse durante la noche en Heorot, el salón del rey, situación esta que sufren durante doce años antes de la llegada de Beowulf, afamado guerrero de los gautas.

Hrothgar, no demasiado impresionado por el héroe, permite, sin embargo, que pruebe suerte. Y lo demás, cómo mínimo sonará a casi cualquiera: la lucha a brazo partido -literalmente- con Grendel, la persecución, el encuentro con la madre del monstruo. Menos popularizadas son las partes posteriores, con el regreso de Beowulf a su tierra, donde acaba convirtiéndose en rey que lidera una lucha desesperada contra pueblos invasores, y su última batalla, en compañía del único valiente que se atreve a acompañar a su rey, contra un dragón al que un codicioso ladrón ha despertado al robar en el túmulo en el que dormía.

Es la obra cumbre de la literatura en inglés antiguo, un texto encontrado únicamente en un manuscrito, el Códice Nowell, datado en algún momento entre los siglos VIII y XII. Aunque el texto se enmarca dentro ya del cristianismo, los personajes y las aventuras que viven son propios de las sagas.

En castellano es posible encontrar varias traducciones. Alianza tiene una -que complementa con la inclusión de unos cuantos poemas adicionales de mucha menor extensión-, igual que Cátedra -editorial que acostumbra a cuidar mucho sus publicaciones, con gran cantidad de notas explicativas del texto. El sello Minotauro también cuenta con una traducción, realizada sobre la que el propio J. R. R. Tolkien realizó en su momento, también con un extenso comentario y multitud de notas aclaratorias sobre la traducción (muchas de las cuales, me temo, no serán de gran interés a quien, al igual que yo, no tenga ciertos conocimientos especializados, pues tratan sobre aspectos de la traducción desde el inglés antiguo al moderno). Algunas de estas ediciones tratan de conservar el verso y la métrica del poema original -las ediciones de Cátedra y Minotauro, por ejemplo-, mientras que otras optan por prosificar el texto. Personalmente, he leído las ediciones de Alianza y Minotauro, y recomiendo más la primera a menos que lo que atraiga a esta lectura sea el nombre Tolkien y sus notas. El libro de Alianza es considerablemente más barato, y los textos adicionales también tienen su aquel.
Merece la pena hacer una lectura de este relato, tan manido y sobado por adaptaciones modernas, películas, series y lo que se les ocurra a los genios de turno -esos mismos que de manera cíclica se pasan por la piedra al mito artúrico, a Robin Hood o a Los Tres Mosqueteros con sus abominables adaptaciones-, y a los que no les importa caer en el mayor de los ridículos con tal de hacer caja. La verdad es que ni siquiera me gustó mucho la versión co-guionizada por Neil Gaiman, demasiado revisionista para ser de mi agrado.

El relato, dividido en dos partes muy diferenciables, la primera considerablemente más extensa que la segunda, comienza contando la historia de un héroe de una forma más o menos tradicional; hay un problema, aquí llega Beowulf para resolverlo luchando con monstruos y discutiendo con tipos demasiado celosos de su salvador para su propio bien. Es una muy buena historia, y de las que sientan las bases de lo que mucho más adelante sería la fantasía heroica, incluyendo guarida subterránea del monstruo y espada mágica.

Pero es la segunda parte, la de Beowulf como rey envejecido y hastiado por los años de lucha en la constante defensa de los gautas contra los invasores, la que realmente me gusta. Creo que es la que cuenta con los momentos más conmovedores, como cuando el rey decide partir en busca del dragón y nadie, excepto uno sólo de sus guerreros, Wiglaf, acepta acompañarle hasta semejante peligro. O la lucha en sí, en la que el héroe ya no es el vencedor predestinado, sino el valiente que se resigna a pagar el precio necesario para derrotar a su rival. Y el regreso de Wiglaf, con su discurso a todos aquellos que no se atrevieron a acompañar a su señor, pero que ahora disfrutarán de los frutos de la victoria.

Es difícil juzgar los aspectos más formales del poema, dado que sus traducciones pasan a menudo por más de un paso -la de Cátedra, tengo entendido, se realizó directamente sobre el texto original-, pero hay momentos brillantes en el poema, perceptibles incluso a pesar de la intermediación de los traductores. La métrica, por supuesto, es algo imposible de replicar, pero no así con otras fórmulas líricas empleadas en la obra, como los habituales kenning de las sagas escandinavas. 

En fin, dentro de una selección de esos clásicos que, entre otras cosas, pueden ser designados como los antepasados de la moderna ficción de fantasía, no cabe ninguna duda de que el Beowulf debería figurar.

12 comentarios:

  1. Otro más que tengo pendiente y que siempre me ha dado un poco de entre miedo y pereza por el lenguaje que puede utilizar.

    En teoría "Devoradores de cadáveres" de Crichton es una versión libre de este relato y, aunque la película me gustó mucho, varios momentos de la novela me dejaron bastante frío.
    Aunque, claro, no sé la fidelidad que tendría hacia el original.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Vaya, había olvidado por completo la novela de Crichton y su adaptación al cine. Devoradores de cadáveres es un libro que encuentro de lo más entretenido, en parte también gracias a que el autor tuvo el buen criterio de hacerlo breve y conciso, opuesto a los enormes tochos rellenos de paja que se acostumbra hacer hoy día. La película también me parece una digna historia de aventuras, aun con anacronismos y todo. Por supuesto, en ambos casos hay muchos cambios respecto a la obra original, principalmente desmitificadores y, como en la mayoría de las otras adaptaciones, obviando la parte final del poema para centrarse en la historia de Heorot, Grendel y su madre.

      Mucho menos interesantes son otras adaptaciones. La película de Robert Zemeckis me pareció demasiado revisionista. Hay otra de 2005, que protagoniza Gerard Butler que me gusta más, pero de nuevo se trata de una desmitificación de la historia. Una serie de 2016 que, aunque entretenida a ratos -y tremendamente tonta y absurda en otros- hace poco más que usar los nombres del poema para contar una historia de fantasía. Y por supuesto, está esa cosa que protagonizó Christopher Lambert, que deja sin palabras de lo mala que es.

      Si tienes cierta aprensión a obras como esta debido al lenguaje pero aun así estás interesado, Beowulf es una buena opción para probar, no es un libro muy extenso, podrás comprobar si puedes acomodarte a su lectura.

      Eliminar
    2. También hay un par de adaptaciones de CF: Outlander, una película con Jim Caviezel en la que un alien se estrella cerca de un pueblo vikingo y está más o menos inspirada (más bien menos, tiene muy poco que ver, pero como dejan caer que la leyenda de Grendel se basa en lo que pasa en la peli, la cuento) y el Beowulf de Christopher Lambert que tiene algún punto de como comedia involuntaria pero mejor no verla (especialmente si el espectador es epiléptico)

      También me suena una versión para la televisión que se llamaba algo así como "La leyenda de Beowulf" pero no la he visto.

      Eliminar
    3. Bueno y "Los hijos de Hurin" se puede considerar una adaptación de la segunda parte de Beowulf a la Tierra Media.

      Eliminar
    4. Y ya no doy más la lata, pero hay una adaptación al cómic por parte de Santiago García y David Rubín que me parece canela fina.

      https://www.google.com/search?newwindow=1&rlz=1C1CHBD_esES822ES822&biw=1536&bih=763&tbs=isz%3Al&tbm=isch&sxsrf=ACYBGNTEBPVHhnwJ5Sk116ILGCOVdf4FBw%3A1572519462600&sa=1&ei=Jr66XderJJKpgAa2oqoY&q=beowulf+Rubin&oq=beowulf+Rubin&gs_l=img.12...0.0..246244...0.0..0.0.0.......0......gws-wiz-img.UaY7jyanCQs&ved=0ahUKEwjX1uG_q8blAhWSFMAKHTaRCgMQ4dUDCAc

      Eliminar
    5. Os habéis dejado los dos la película del 99 con Christopher Lambert, pero no sé si es porque no la conocíais o porque habéis logrado borrarla de vuestra memoria con éxito :)
      Le daré un tiento al relato original y también al tebeo de Rubín (otra cosa que tengo pendiente desde hace tiempo). La revisión del mito de Hércules que hizo en "El héroe" me pareció muy interesante.

      Eliminar
    6. @Alberto MdH: Outlander es entretenida, pero se parece como un huevo a una castaña excepto en los elementos más básicos. El cómic tiene bastante mejor pinta, aunque me gustaría saber si la adaptación se toma muchas libertades o se ajusta a la historia original.

      @Javier Albizu: Je, si te fijas tanto Alberto MdH como yo sí hacemos mención a la horrenda película de Lambert. Igual no es tanto que la hayamos podido borrar de nuestra memoria como de que hayas desarrollado la capacidad de discriminar cualquier referencia a semejante bodrio ;). Tengo amigos que en su momento la vieron en el cine y todavía recuerdan aquella ocasión cargados de rencor.

      Eliminar
    7. Pues sí que estaba perjudicado cuando he leído los comentarios, porque esas líneas se me han pasado por completo :)

      Eliminar
    8. @Cronista El Beowulf de García y Rubin me parece bastante fiel (Teniendo en cuenta que es inevitable que se produzcan cambios al pasar un poema a cómic)

      Eliminar
    9. Pues tendré que echarle un vistazo, entonces.

      Eliminar
  2. Uno de los pocos clásicos que su lectura no me descubrió nada porque la historia ya me la sabía al dedillo (cosa rara, los clásicos siempre deparan sorpresas aún cuando creamos conocerlos por adaptaciones).

    Concuerdo que la mejor parte es la batalla con el dragón. Conmovedora como bien dices.

    Yo me quedé a la mitad del ensayo de Tolkien sobre la obra que era incluso más extenso que el poema mismo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Resulta habitual en muchas ediciones de textos clásicos que los comentarios sean más extensos que la obra en sí. Incluso varias veces más, de hecho.

      Eliminar