sábado, 16 de marzo de 2013

Thongor en la Ciudad de los Dioses, de Robert M. Price



La biblioteca del laberinto es una editorial pequeña, casi artesanal, que lleva años trayendo al público ediciones de los clásicos del pulp, así como otras obras surgidas en torno a este tipo de historias. Por encima del resto destaca la labor de recopilación de la obra completa de Robert E. Howard, sobre todo sus historias menos conocidas. Tengo unos pocos libros de la colección, y serían muchos más de no ser porque el precio suele ser elevado. Pero de vez en cuando aparece algún título nuevo que me llama tanto la atención que no puedo resistirme.

Thongor en la Ciudad de los Dioses (La biblioteca del laberinto, 2012) es uno de esos. La primera vez que oí hablar acerca de este personaje fue en referencia al juego de rol Barbarians of Lemuria. Según tengo entendido, el autor de este juego quería ambientarlo en el continente descrito en la serie de novelas dedicadas al tal Thongor, y al no poder llegar a un acuerdo para hacerlo, decidió hacer algo muy similar pero sin incurrir en violaciones de propiedad intelectual.

El autor de las novelas era Lin Carter, conocido por su labor de autor y escritor entre aquellos aficionados a Howard, Ashton Smith y Lovecraft. Thongor fue la aportación de Carter al ejército de bárbaros émulos del cimmerio, todos ellos unos machotes que viajaban para hacerse los amos entre los débiles, decadentes y degenerados pueblos civilizados. Carter escribió una serie de novelas y relatos que fueron publicados entre 1965 y 1970, y en ellas se describía las andanzas del bárbaro desde que abandona sus montañas natales hasta coronarse rey (Sark, es el término acuñado aquí) de la mayor parte de los pueblos civilizados de Lemuria, el continente prehistórico en el que se desarrollan sus andanzas.

Hay mucho de Robert Howard, como se puede comprobar (Thongor es prácticamente un clon de Conan), pero también se percibe la influencia de Clark Ashton Smith, que también desarrolló historias ambientadas en un entorno similar. La Lemuria de Lin Carter es más alienígena que la Era Hyboria, y más cercana a su homónima de Ashton Smith, o a la Hyperbórea del mismo autor.
Es curioso descubrir que la editorial Marvel, cuando pensó en publicar una serie de cómics dedicada al género de la Espada y Brujería, al primero al que contactaron fue a Lin Carter. No llegaron a un acuerdo, así que pasaron a la opción B; L. Sprague de Camp, que poseía los derechos sobre cierto bárbaro cimmerio…

En fin, por lo que sé, el Thongor de Lin Carter no ha sido publicado en España (Si me equivoco en esto, agradecería cualquier corrección), y sigue siendo así, pues este libro no es obra del autor original del personaje. En su lugar, son las historias escritas por un discípulo aventajado, Robert M. Price, nombre igualmente familiar para los aficionados a las historias de los Mitos de Cthulhu. A lo largo de los años, Price estuvo escribiendo relatos pastiche de Thongor, y la edición de La biblioteca del laberinto podría ser la primera ocasión en que tales relatos son recopilados para su publicación en forma de libro.

El libro comienza con una introducción tanto sobre ambos autores (Carter y Price) como sobre el personaje, con un resumen de las novelas originales. Después hay un curioso artículo, escrito por un aficionado al género, que se dedica a listar, con una breve explicación de cada libro, las imitaciones de Conan que surgieron como setas tras la publicación de la serie de historias del bárbaro howardiano. Algo así como los libros sobre vampiros adolescentes románticos de hace un par de años a la estela de Crepúsculo, o las relaciones sexuales Amo-Sumisa de ahora, en plan 50 Sombras de Grey, que llenan las librerías (Estas imitaciones de best-sellers que aparecen como modas suelen hacerme mucha gracia cuando veo los estantes llenos de títulos parecidos incluso hasta en el diseño de la portada, imagino que todos tan malos o peores como supongo serán los originales). Un montón de tipos cachas que se dedicaban a despachar enemigos, llevarse a las chicas y pisotear tronos enjoyados con pies calzados en sandalias.

Luego llegan las historias propiamente dichas. Son ocho, más un apéndice consistente en dos relatos cortos ajenos al ciclo de Thongor. Como casi en cualquier antología, hay altibajos en la calidad. En este caso, eso significa que hay alguna muy mala, como Los parásitos de la mente de Lemuria, historia bastante lamentable que aúna temas de En las montañas de la locura y En la noche de los tiempos de una forma más bien torpe. Pero también hay historias bien contadas, que cumplen eficazmente su función de entretenimiento. La espada de Thongor y La reina bruja de Lemuria se encuentran en esta categoría. Afortunadamente, éstas últimas superan en número a las primeras, así que el veredicto es favorable.

Cada relato está enclavado en un momento específico de la vida del bárbaro, desde su adolescencia, antes de haber tenido contacto alguno con la civilización, hasta su madurez como líder de hombres. Así que tenemos una panorámica del recorrido de las aventuras de Thongor y de su mundo. Los argumentos no van a sorprender a nadie, son de ese tipo que, cuando la historia está bien, es como volver a ver a un viejo amigo, uno con el que se suelen repetir los temas de las conversaciones. Pero cuando la historia es mala, uno agradece estar leyendo un relato y no una novela, porque la lectura se vuelve insufrible. Pues eso, lo clásico. Que si Thongor es un mercenario al servicio del señor local, que a menudo es un mal bicho. Que si viaja a ciudades perdidas en mitad de la jungla, buscando míticos tesoros. Brujos de por medio, que adoran a entidades que vienen de más allá de las estrellas, mujeres hermosas y ligeras de ropa, necesitadas de ayuda (aunque aquí se estilan más las hechiceras malvadas que usan el sexo como arma). Nada nuevo.

En resumen, puede encontrarse entretenimiento en estas páginas, que no ofrecen otra cosa que una literatura de evasión sin pretensiones. No es el mejor Conan, ni Fafhrd y el Ratonero Gris, pero se puede pasar un buen rato con su lectura. Y después de todo, se trata de pulp, esa es su función, entretener.

4 comentarios:

  1. Querido amigo, como responsable de la antología de Thongor, quiero agradecerte tus palabras sobre nuestra edición. Un fuerte abrazo.

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  2. No se merecen, de vez en cuando adquiero libros de la biblioteca del laberinto, particularmente los de Espada y Brujería, y hasta la fecha siempre me han gustado.

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  3. ¿Qué me dices de la comparación con Elak de la Atlántida, Hok (edad glacial) y el "Preste Juan" de Page?

    Gracias...

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    1. Pues la verdad es que todavía no he leído ninguno de esos. Los del Preste Juan los tengo en lista de espera, que son los que me parecían más interesantes, pese a que el texto de contraportada de los libros en la edición de Laberinto ya parecía disculpar cierta falta de calidad.

      Sobre los otros dos, si no me confundo de nombre, las críticas que he encontrado sobre Hok no resultaban muy alentadoras. Elak de Atlantis me despertaba más curiosidad.

      Estaré encantado de encontrar cualquier nueva opinión que me haga replantearme las mías, desde luego.

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