Hace ya un tiempo mencioné este
magnífico suplemento para RuneQuest,
uno de los mejores publicados en la época en que Joc Internacional dominaba el
mercado rolero español. En la actualidad, según tengo entendido, Los Vikingos es uno de los libros más
difíciles de encontrar de entre los pertenecientes a esa etapa, junto a La Isla de los Grifos, otro título que
también hizo escuela. Poseo ambos libros y, a pesar de lo mucho que me gusta el
mundo de Glorantha, individualmente creo que son los dos mejores suplementos
publicados para RQ en castellano.
Así que, en lo que probablemente
sólo sea un gesto de nostalgia hacia aquella época, voy a comentar algo de este
suplemento dedicado a las sagas y leyendas escandinavas.
Los Vikingos cuenta con tres autores: Greg Stafford, Ken Rolston y
Sandy Petersen, todos ellos con más que probado talento en lo que hacen. Juntos
elaboraron un libro que, en sus 128 páginas hace un recorrido por los aspectos
más a tener en cuenta a la hora de ambientar partidas en la época de las
grandes incursiones con que los nórdicos aterrorizaban Europa. La traducción de
la edición que hizo Joc en febrero de 1989 corrió a cargo de Luis Serrano,
verdadero adalid de RuneQuest en
aquel momento.
Tras la introducción a la Tierra
Alternativa, que ya cité hace unos meses, y a una campaña ambientada en los países nórdicos, el libro
comienza con una sección de reglas avanzadas. Aquí se resumen algunas de las
reglas aparecidas en RuneQuest Avanzado,
principalmente aquellas sobre la creación de personajes mediante profesiones,
las dedicadas a las embarcaciones y las de magia. No es muy habitual, a día de
hoy, que un suplemento contenga las reglas necesarias para su uso en lugar de
limitarse a hacer referencia a otro manual, en el caso de que dichas reglas ya
hubiesen sido publicadas.
El siguiente capítulo trata sobre
la creación de personajes, con las profesiones específicas de este entorno, las
armas y armaduras propias de estas gentes, y algunas habilidades útiles cuando
uno vive en Escandinavia, como Esquiar.
La sociedad vikinga es el título
del siguiente capítulo, dedicado a explicar los valores, ética y moral de las
gentes del norte, así como sus costumbres y condiciones de vida. Todo ello
ejemplificado con extractos de diversas sagas, que le dan un aire más verosímil
y evocador a la información expuesta.
Tras una pequeña sección dedicada
a los barcos usados por esta cultura, comienza el capítulo que versa sobre la
religión y los mitos del norte, así como la magia, explicada en términos de RQ3, por supuesto. Sólo magia divina y
espiritual, pues la hechicería es algo virtualmente desconocido para los
escandinavos, siendo un estilo de magia más propio de los decadentemente
civilizados pueblos del sur, como los bizantinos.
Estos capítulos conforman Libro del Jugador, estando los
aproximadamente dos tercios restantes dedicados al Libro del Master(sic) y el Libro
de Escenarios.
Un capítulo sobre el mundo
medieval desde la perspectiva nórdica. Dividiendo Europa y el Norte de África
en tres anillos, el primero centrado en Escandinavia, nos presentan un mundo en
el que los detalles conocidos son progresivamente menores, al punto que de los
lugares más alejados, situados en los confines del mundo conocido, apenas se sabe nada
más que el nombre.
Después, una sección sobre
criaturas que podemos encontrar en nuestras aventuras por las tierras del
Norte, desde animales reales, como los ahora extintos Uros, hasta los temibles Jotunn y dragones que pueblan algunas de
las sagas con mayor contenido de fantasía.
Y llegamos a los escenarios. Tras
algunos consejos acerca de qué se debe tener en cuenta a la hora de comenzar
una campaña de este tipo, nos presentan seis escenarios diferentes que, en
conjunto, enumeran la mayoría de conflictos más típicos en los que se puede
involucrar un aventurero nórdico. Algunas son explicadas con brevedad, pero dos
de estos escenarios, De Saqueo y Thule, son de lo mejor. En serio, ambas
son verdaderas aventuras que ofrecen viajes por mar a lugares exóticos,
enfrentamientos con enemigos mortales, juramentos de venganza y criaturas
sobrenaturales mostradas aquí de forma misteriosa. Soy un lector aficionado a
las sagas islandesas y creo sinceramente que ambas historias captan
perfectamente el estilo de los mejores relatos de este tipo.
El suplemento no se enclava en
ningún momento concreto, dentro de unos límites. Si bien puede organizarse una
campaña en el período legendario de Beowulf y Hrolf Kraki, lo cuál sería en el
S. VI aproximadamente (más o menos lo que se puede ver en Yggdrasill), la época propiamente dicha de las invasiones e
incursiones vikingas va desde mediados del S. VIII hasta 1066, con la derrota
en Hastings.
Eso en cuanto al contenido. Sobre
el continente, pues sólo puedo decir que es un producto típico de Joc. Una
maquetación más bien sosilla, a dos columnas, escasamente salpicada por unas
ilustraciones que cumplen con su función, si bien no van a deslumbrar a nadie.
Por lo menos se respetaron las ilustraciones originales, algo que se echaría de
menos en suplementos posteriores.
Para finalizar el libro incluía
un desplegable en separata. Por una cara, el desplegable mostraba un mapa de
Escandinavia, muy sencillo en su aspecto, más aún para el estándar actual de la
cartografía en juegos de rol, pero detallado y útil. La otra cara se dividía en
dos planos, uno mostrando el salón de un Jarl, y el otro describiendo un knorr.
Visto lo anterior, podría
pensarse que Los Vikingos es un
suplemento típico y tópico. En cierto modo lo es, pero escrito en una época en
la que los géneros roleros no estaban tan manidos como ahora, y además,
redactado de una forma en la que se economizan palabras a la vez que se
maximiza la utilidad. Vamos, que el libro no tiene paja ni desperdicio. Su
contenido está lleno de una información que resulta de lo más evocadora.
He jugado alguna partida a Yggdrasill, (juego que me ha gustado) en la que acabamos
consultando algún detalle de este libro. Y si en algún momento tengo
oportunidad de emplear Mythic Iceland
en una campaña, no dudaré en tener esta pequeña joya a su lado.
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