Folk Magic es el nombre que se le da al estilo más sencillo de
magia presente en RuneQuest. Es un
término cuyas posibles traducciones se prestan a equívocos: Magia Vulgar, en
sentido de que es la magia que puede manejar el vulgo, es la que yo empleo.
Pero podría ser Magia Popular, porque es la magia del pueblo… Otras ediciones
del juego han llamado a este estilo Magia de Batalla, Magia Espiritual o Magia
Común, que tal vez resulte el más apropiado, y es como se denomina este asunto
en Legend. El caso es que yo lo
traduzco como Magia Vulgar, puede que porque en Warhammer Fantasy 2ª Edición tradujeron del mismo modo una cuestión
similar.
En cualquier caso, esta es la
magia que pueden manejar aquellos que no son magos. Un poco paradójico ¿verdad?
Veamos…
No señor, yo no me mezclo con curas. Ellos a lo suyo, que es dar misa
en la iglesia, y yo a lo mío… Y a los curas no les gusta mucho mi oficio. Que
te paguen para matar en la guerra no es algo que les guste. Según ellos, a los
que hay que matar es a los enemigos de Dios, y hay que hacerlo gratis. Bueno,
dicen que te perdonan los pecados si lo haces, pero de eso no se come.
He luchado para señores cruzados en Tierra Santa, y no encuentro mucha
diferencia entre ellos y cualquier otro patrón para el que haya alquilado mi
espada. Defender sus tierras de incursiones, hacer cabalgadas contra las
tierras del vecino, ya sea éste sarraceno o cristiano…
Pero me desvío. El caso es que los sacerdotes suelen despreciarme por
ser un mercenario. Así que no me molesto en ir casi nunca a la iglesia. Yo
resuelvo mis asuntos con Dios a mi manera. ¡Porque yo soy muy devoto y muy buen
cristiano, eso que quede bien claro! Mira, aquí tengo una medalla de San Jorge,
a quien siempre que puedo me encomiendo antes de entrar en combate. Lo hago
mediante una oración que me enseñó un compañero, uno que iba para cura pero por
no sé qué historias lo dejó. Y la oración es mano de santo, te lo digo yo.
Después de recitarla, me siento capaz de vencer a quien se me ponga por
delante.
Y este parche cosido a la capa es una imagen de San Damián, del que
también conozco una oración, que me costó mis dineros que me la enseñaran, que
hace que la sangre deje de manar de una herida, y que los cortes y moratones
desaparezcan casi al momento.
Y este ensalmo, cuidado, no quiero que nos oigan esos de allá, me lo
enseñó una vieja curandera, a cambio de cierto trabajo que me pidió. Recitarlo
sirve para conjurar malos espíritus, de esos que traen la enfermedad sobre el
cuerpo. La vieja me aseguró que muy poderoso habría de ser el espíritu capaz de
alcanzarme. Y la verdad es que no he caído enfermo desde entonces.
Así es como veo la Magia Vulgar
en mi campaña. Trucos útiles, procedentes de diversas fuentes, que no requieren
una instrucción formal para ser aprendidos, ni un compromiso especial con causa
alguna. Los cristianos tienen sus oraciones al santo de turno, que sirven para
cosas muy concretas. Que si San Telmo ayuda a encontrar el camino en la mar,
que si Santa Orosia protege a las mujeres en peligro de muerte, etc. Esas
oraciones especiales pueden ser consideradas conjuros de Magia Vulgar.
Otras religiones tienen casos muy
parecidos. Leí en alguna parte que muchos hoplitas griegos, al ir a la batalla,
contaban con talismanes preparados por sus esposas, que situaban en la parte
interior de sus escudos, como forma de reforzar la protección que éstos ofrecían.
En RuneQuest, eso sería un conjuro. Se puede encontrar infinidad de ejemplos
similares repasando algo sobre las creencias de pueblos de la antigüedad y el Medievo.
En realidad, es probable que en la actualidad, personas pertenecientes a
profesiones muy peligrosas tengan costumbres similares, pero ese es otro
asunto.
El caso es que los conjuros de
Magia Vulgar están muy dispersos entre la población. Puedes aprenderlo de
prácticamente cualquier fuente imaginable, un mercenario como el del ejemplo,
una curandera, un mercader, un pastor que conoce sus trucos para tratar con las
bestias salvajes. Lo que sea.
Eso no es lo mismo que decir que
son comunes, en el sentido de frecuentes. En el mundo de Glorantha, por
ejemplo, casi cualquier persona conoce al menos algunos trucos mágicos de poca
importancia, que le ayudan a sobrellevar la vida diaria. No es el caso de la
Tierra Alternativa. Los trucos mágicos existen, pero son un conocimiento
valioso, y lo que tiene valor suele ser escaso. Además, aunque la Iglesia no
vaya a quemar a alguien por saber alguno de estos conjuros, al menos no por
sistema, no le gusta que la gente haga gala de los mismos. A los herederos de
San Pedro no les gusta que otros tengan acceso a la magia, pues ello socava su
hegemonía en temas espirituales, además de esa creencia de que todo poder que
no proviene de Dios forzosamente ha de venir del Diablo. De modo que lo mejor
es mantener un perfil bajo en estos asuntos.
Un aventurero errante, como el
mercenario del ejemplo, puede aprender Magia Vulgar de aquí y de allá, creando
una colección bastante ecléctica de conjuros. Pero algunas organizaciones
tienen sus propios secretos, que incluyen este tipo de magia. Un gremio de
artesanos puede enseñar a sus nuevos miembros conjuros útiles para su oficio.
Los maestros constructores pueden enseñar secretos a sus aprendices, o
intercambiarlos con otros maestros.
Todo eso ya viene contemplado en
el manual de RuneQuest. Por eso, el formato con el que se presentan los cultos
sirve para otro tipo de organizaciones más laicas, como los mencionados
gremios. Incluso hay una lista acerca de qué conjuros son más apropiados para
gremios dedicados a según qué profesión.
En Crusaders of the Amber Coast,
la campaña que comenzaré a dirigir en breve, la Liga Hanseática desempeña
cierto papel, aunque en la época en la que sitúa la campaña ni siquiera se
llamé todavía así a esa organización de gremios. El caso es que la Liga es un
claro candidato a disponer de sus propios secretos en forma de conjuros de
Magia Vulgar, y quién sabe si también de Hechicería…
Me ha encantado este artículo y el relato del mercenario y sus oraciones.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me pareció una forma apropiada de ejemplificar mi visión particular de la manera en que funcionan estas cosas en la campaña. Y siempre es más divertido explicarlo así.
ResponderEliminar