domingo, 9 de febrero de 2020

Mabinogion, anónimo

Este conjunto de relatos medievales galeses fue traducido al inglés en el siglo XIX por Lady Charlotte Guest. La datación de las propias historias varía, pero por lo visto la opinión mayoritaria de los expertos la sitúa en algún punto del siglo XII. Lamentablemente hace mucho que no contamos con una edición traducida en las librerías españolas, siendo la última de la que tengo noticia de Siruela, publicada en 1988.

Estos relatos que presentan las aventuras de diferentes héroes se dividen en partes separadas. Las cuatro ramas de los mabonogi, por ejemplo, forma la primera parte, y allí se narra una serie de peripecias que implica a dos o tres generaciones, con sus rivalidades, romances, guerras y búsquedas.

Más avanzado el libro daremos con unas cuantas historias más en las que el legendario Arturo tiene un papel importante. No se trata aquí del majestuoso rey feudal de una sociedad propia del medievo. El Arturo del Mabinogion es un jefe de guerreros, a los que encabeza en la consecución de una larga serie de misiones a cumplir, aventuras en las que todavía resulta muy evidente el trasfondo mitológico celta de la materia de Bretaña, mucho más que en las historias en las que Arturo es ya un rey civilizador y caballeresco tal y como se le representa en la obra de Chrétien de Troyes, en la Vulgata o en La muerte de Arturo.

Hablando de Chrétien de Troyes, algunos de los relatos del Mabinogion se corresponden a algunas de las obras de este autor. Más que pensar que unos son versiones de las otras, o al contrario, es más probable que ambos conjuntos de historias hayan sido extraídos de una fuente común y más antigua. Una fuente a la que probablemente el Mabinogion resulte más fiel; Culhwch y Olwen, por ejemplo, se corresponde al Erec y Enide de Chrétien de Troyes -aunque a partir de cierto punto las historias divergen enormemente-, Owain, o la Dama de la Fuente hace lo propio con Yvain, o El caballero del león. Y alguno más.

Son historias vibrantes. Rápidas, de héroes que no dudan en llevar a cabo sus hazañas, aunque puedan resultar escabrosas o les cueste la vida. La predestinación es algo muy presente, esos geas que determinan la única forma posible de morir para algún personaje, o las profecías sobre el final que sea abatirá sobre el padre una vez su hija contraiga matrimonio, destino que, una vez alcanzado, es aceptado sin miramientos.

Ni los siglos ni las traducciones han podido despojar a la obra de todo su lirismo. Expresiones, descripciones, frases hechas que se repiten ocasionalmente a lo largo de los diferentes relatos y que sorprenden por el placer estético que contienen, incluso cuando están hablando de hechos de armas, o de las propias armas, como esas lanzas tan afiladas que podrían sacarle sangre al viento.

Incluso en los momentos de mayor tedio, como la enumeración de los presentes en el banquete que está ofreciendo Arturo -varias páginas llenas de nombres que parecen estar compuestos completamente por diferentes combinaciones de las letras "g", "w", "l" e "y"- la lectura se vuelve obligatoria. Y es que el astuto autor de la historia ya se encargó de dejar varias perlas a lo largo de esas páginas, breves frases que detallan algún punto referente a ciertos invitados y que están cargadas de ingenio.

Leí el Mabinogion por primera vez mientras estaba en la facultad, durante una época en la que anduve devorando todo libro de materia artúrica que cayese en mis manos, y alguna que otra vez la he revisitado desde entonces. Es una verdadera lástima que ahora no se encuentre en catálogo, pero todavía puede encontrarse de segunda mano. Estaría bien que alguna editorial, como Siruela o Atalanta volviese a fijarse en esta obra y de nuevo la hiciese disponible para los lectores.

4 comentarios:

  1. Si puedes, lee el Kalevala, una elaboración decimonónica a partir de diversas leyendas tradicionales finlandesas. Pese a ser una recreación de las fuentes originales, el tono mítico está muy conseguido.

    Por mi parte, llevo mucho tiempo a la espera de que alguna editorial decida publicar los poemas épicos de Ossian; que muy posiblemente sean un fraude escrito en el siglo XVIII, pero que tuvieron una indudable influencia en la Europa del Romanticismo.

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    1. Igual te sorprende saber que sí he leído el Kalevala, pero así es. La otra obra, en cambio, no la conocía.

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  2. "lanzas tan afiladas que podrían sacarle sangre al viento" qué guapo.

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    1. En los relatos se utilizan algunas fórmulas de este tipo, que se van repitiendo, al estilo de los kennings escandinavos.

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