Complicado, eso de intentar reescribir algún texto clásico, tratando de hacerlo accesible a la sensibilidad, estilo y gustos modernos mientras se conserva aquello que nos hace apreciar el original. Colleen McCulough trató de hacerlo con La canción de Troya, aunque a mi parecer fracasó por completo -su interpretación de los personajes y acontecimientos era muy diferente de los originales-, aunque por otro lado, se trataba de escribir una novela histórica con la narración de Homero.
Mucho mejor resultado obtuvo John Steinbeck con Los hechos del rey Arturo y de sus nobles caballeros. Steinbeck tomó La muerte de Arturo, de Thomas Mallory, y la adaptó, conservando mucho y asegurándose de que las alteraciones iban en la misma dirección que el original. En realidad, hizo lo mismo que el propio Mallory había hecho en el siglo XV con respecto al conjunto de obras que conforman la Vulgata artúrica, unos doscientos años más antigua.
Más en la línea de Steinbeck que en la de McCullough, Poul Anderson -cuya fascinación por los antiguos daneses de los que descendía ya era más que evidente, como testifican algunas de sus obras- publicó en 1973 una reescripción de una antigua saga escandinava. Se trataba de La saga de Hrolf Kraki.
La editorial Anaya publicaría una traducción en 1993, como parte de su colección Ultima Thule. Ahora lamento que en su momento esa colección pasara desapercibida para mí, porque su lista de títulos resulta impresionante, los cuales deberían ser recuperados. Al menos en este caso lo fue, porque Alianza volvió a publicar La saga de Hrolf Kraki en 2016, bajo la colección Runas.
Pasando ya a la historia en sí, esta saga me resulta un tanto atípica. La mayoría de las que he leído -y son unas cuantas, a estas alturas- cuentan la biografía de algún héroe nórdico desde su nacimiento o incluso desde la historia de sus padres, hasta su final, ese destino que aguarda a todos los mortales y del que nadie puede escapar. Otras se centran en un lugar y detallan los acontecimientos y hechos que allí se suceden a lo largo de varias generaciones. Por supuesto hay muchos tipos de saga, pero esas dos son las que he encontrado con más frecuencia.
La de Hrolf Helgisson, apodado Kraki, recuerda, y no poco, al mito artúrico. Hrolf es uno de los reyes daneses, cuya ambición es la unificar toda Dinamarca para terminar con las interminables y mezquinas guerras que se suceden en el territorio. Encarna las mejores virtudes del gobernante idealizado, aunque no es infalible ni perfecto. Y su corte atrae a los mejores guerreros del norte, ya sean daneses, noruegos o suecos. Incluso su concepción y nacimiento resultan controvertidos -su madre es también su hermana-, lo que traerá consecuencias a largo plazo. Incluso, en plan crossover -las sagas tendían a estar muy relacionadas-, se hace mención a Beowulf, contemporáneo de Hrolf y Helgi.
Aunque Hrolf es el personaje que actúa como eje de la saga, en torno al cual gira todo, en realidad no es el protagonista. A decir verdad, la historia comienza un par de generaciones antes de él, y no poca importancia tienen las vidas de su padre Helgi y de su tío Hroar, con sus propias aventuras, éxitos y desgracias. Más adelante, cuando Hrolf accede al trono, el énfasis se pone en sus mejores guerreros, sus orígenes, sus hazañas y victorias. Todo ello termina por confluir en una trama final trágica y épica a partes iguales.
He leído la saga original (la editorial Gredos tiene una buena traducción en uno de sus volúmenes) y puedo decir que Anderson fue de lo más respetuoso con el material que usaba como fuente. Retoca aquí y allá, amplía para ofrecer detalles, interpreta reacciones y diálogos para incluir una mayor profundidad psicológica en los personajes, y describe acciones mencionadas sólo de pasada en el original para añadir contexto y emoción a algunos momentos, como la ejecución de rituales mágicos. Pero conserva el tono y el estilo. La lectura mantiene esa prosa arcaica -completamente accesible, sin embargo- y la interpretación que el autor hace de los personajes no les hace perder su esencia original, los moderniza solo lo justo, que es muy poco.
La saga original me pareció de las mejores que he leído, por el entramado tapiz que se forma -pocas hay que me hayan gustado más, la de Egil Skallagrimson tal vez, la de Njall seguro-, y la novela de Poul Anderson le hace justicia. Realza sus puntos buenos, y apuntala allá donde resulta necesario para el lector moderno. Me parece un libro excelente, y lo recomiendo sin reservas.
A mi las sagas que más me gustan son las de islandeses, a las dos que has citado, Skallagrimsson y Njal, hay que añadir la excelente Saga de Eyr, estas dos últimas son mis favoritas. Y de las sagas de tiempos antiguos, que me gustan menos, la saga que acompaña a la de Kraki en el libro de Gredos, Odd Flechas me pareció mejor que que la de Kraki, y una de mis favoritas con un sorprendente enemigo recurrente sobrenatural (creo que hay más sagas de Odd pero deben ser otros).
ResponderEliminarY otra saga que me agradó mucho, quizás porque no me lo esperaba fue la de los Ynglingos, o sea, la de los reyes suecos. Da para una campaña generacional, de siglos.
Y por citar una interesante saga, la de Bosi, saga con personajes que creo que salen en la de Kraki y en la de los Ynglingos. Se centran en Bosi y en Herraud y los puntos más llamativos son que contienen relatos eróticos, pues uno de los héroes para avanzar en sus aventuras solventa ciertas complicaciones copulando con señoritas de buen ver que satisfechas le ayudan, y los actos, bajo metáforas son claros. Imita cierta literatura contemporanea francesa.
El otro punto interesante que viene al menos una maldición (conjuro), incompleta porque el sacerdote no se atrevió a ponerla entera aunque no quería que se perdiera, y así lo anotó. Creo que es la maldición más famosa de entre todas las sagas.
De la saga de Eyr me quedo con uno de los protagonistas, un godi que es el que corta y pincha en la región, y me recordaba mucho a Swearengen de Deadwood :).
EliminarLa de Odd Flechas está bastante bien, pero no dejé de encontrarla bastante típica; héroe que realiza hazañas, mata enemigos, etc. Lo más original es el hecho de que al final deba resignarse al hecho de no poder ser capaz de acabar con su némesis. La coralidad de la historia de Hrolf Kraki me gustó mucho más. Pero claro, me recordaba al mito artúrico, y ese es un tema que me apasiona.
¿La de Bosi es esa en la que aparece un tipo que está demasiado dotado y ninguna mujer quiere estar con él, verdad? La leí hace años. Está bien, pero es como dices. Muchas de esas sagas son versiones de uno u otro roman francés. Incluso hay versiones de relatos artúricos, como el Erec y Énide, en clave de saga islandesa.
Las de los tiempos antiguos que he leído suelen ser bastante cortas, y lo que se me quedó grabado de ellas son escenas concretas: el héroe internándose en un túmulo, y luchando con un draugr para conseguir la espada mágica. El combate entre el guerrero y el brujo finlandés, una lucha llena de magia que no desentonaría en D&D. Cosas así.
La de los Ynglingos la llevo pendiente, a ver si puedo leerla pronto ¡Y es que hay tantas cosas interesantes para leer...!
Pero lo del conjuro es un detalle gracioso, sí.
La del demasiado dotado es de Njal, creo que es el tío de la protagonista femenina, la esposa de Gunnar, esa que era una niña demasiado bonita y el tío dice "va dar de problemas..." XD.
ResponderEliminarVaya, pues creía recordar que no era en esa, pero en fin, será como dices :).
EliminarAlgunos títulos de la colección Última Thule se van recuperando poco a poco por diversos sellos.
ResponderEliminarAsí pues, la editorial Valdemar ha publicado las aventuras de Solomon Kane de Robert E. Howard. Costas de Carcosa ha recuperado el Northwest Smith de Catherine L. Moore. "Un infierno en la mente" lo ha reeditado la Biblioteca del Laberinto.
Espero que esta información te haya resultado útil. Un saludo.
Sí, eso son buenas noticias. Le dediqué una entrada al de Solomon Kane hace unos años, que Valdemar es otra buena editorial. Bueno es saber lo de Costas de Carcosa, que apunta a tener una gran colección pulp, y más desde que se asociaron con Barsoom. Y me sorprendió encontrar que Un infierno en la mente tenía ya unos cuantos años, pensaba que la edición original pertenecía a la Biblioteca del Laberinto -no lo he leído-.
EliminarEn definitiva, que está muy bien que se vayan recuperando algunas de estas pequeñas joyas.
Gracias por la recomendación, me gustó mucho la saga de Egil Skallagrimsson y también la Espada Rota de Paul Anderson. Así que este es compra segura.
ResponderEliminarSaludos
Si te gustaron ambos, creo que se puede decir con razonable seguridad que este otro no te va a decepcionar.
Eliminar