viernes, 13 de diciembre de 2019

El Principio del Origen, de Alberto Juan Pessenda García

Desde hacía ya tiempo que tenía ganas de volver a leer una novela de fantasía de aventuras, como esas con las que pasé buenos ratos durante la adolescencia. Aventuras, con drama y humor ligero, buenos y malos. Vamos, la típica historia. No es un estilo que se prodigue mucho estos días, más habituados al grimdark -conste mi entusiasmo por el trabajo de Abercrombie y Sapkowski-, y algún intento de relectura de novelas por las que guardaba un grato recuerdo terminó en chasco -nunca debía acercarme de nuevo a Las crónicas de Belgarath-; podría retomar La rueda del tiempo, pero me quedé atascado en un punto en el que, literalmente, pasaba páginas de los libros para ir saltándome la paja que llenaba la mayor parte de los últimos volúmenes de la serie. Tengo entendido que Brandon Sanderson realizó un buen trabajo terminando la historia, pero me da una pereza enorme leer lo que me falta antes de comenzar su parte... Y ni hablar de novelas de franquicias, creo que ya he tenido suficiente de Reinos Olvidados, Dragonlance y similares.

(Por cierto, que si alguien puede hacerme una buena recomendación en este sentido, se lo agradecería mucho)

En esas estaba cuando el autor del libro que ocupa esta entrada se puso en contacto conmigo, a ver si podía reseñar su novela. No suelo negarme a este tipo de asuntos, así que en cuanto encontré tiempo para leer El Principio del Origen me puse a ello. Y mira, ha sido una agradable sorpresa, porque es un libro que contiene la mayor parte de lo que andaba buscando. No tanto en algunos aspectos, eso sí.

El Principio del Origen es el primer volumen de la proyectada Crónicas de la Sangre Oculta, y cuenta las aventuras protagonizadas principalmente por Acacio y Hécate, dos hermanos gemelos gemelos que viven en un pequeño pueblo apartado en los límites del reino. Su padre, el párroco del pueblo, llegó allí con ellos cuando eran muy pequeños, ni una pista de la identidad de su madre. El padre tiene un pasado del que no habla, y las cosas comienzan cuando un misterioso caballero llega al pueblo y, para sorpresa de los hermanos, trata al párroco como un viejo camarada.

Y sí, todo eso es básicamente el principio estándar de novela de fantasía a lo Tolkien. Las mencionadas Crónicas de Belgarath y La rueda del tiempo, La espada de Shannara o cualquier otra saga similar en la que puedas pensar que siga el mismo esquema. Hay quien ha recopilado los tópicos más trillados en listas, y esta novela podría marcar en varios de esos puntos. Originalidad no hay mucha, las cosas como son. Si tratas de adivinar lo que irá ocurriendo en los siguientes capítulos en base a los elementos más recurrentes y previsibles en este tipo de libros, lo más probable es que aciertes en muchos puntos.

En fin, el día que comienza la aventura para los protagonistas es cuando alcanzan la mayoría de edad y entonces escogen clase de personaje, Hécate guerrera, Acacio será mago -en realidad, una especie de animista, en el mundo en el que se desarrolla la aventura hay varios tipos de magos-. Sé como suena decirlo así, pero es que es lo que ocurre. Lo que viene después también es predecible. Las cosas se lían en el pueblo, los personajes que tenían escrito en la frente que iban a morir después de pocas páginas mueren y los protagonistas, en compañía de algunos amigos parten en una misión de rescate mientras aprenden más sobre ellos mismos, crecen sus poderes y maduran como individuos y tal.

Todo lo anterior suena muy negativo, y ya sé que para muchos será así, pero en realidad la novela me ha resultado muy entretenida. La trama es sencilla pero bien llevada, sin encontrarme enormes agujeros de guión. He leído novelas de autores muy vendidos en las que los absurdos eran tan grandes y numerosos -jamás pude avanzar más allá del segundo libro de La pentalogía del clérigo, de R. A. Salvatore; los sinsentidos podían conmigo-, pero no he encontrado nada de eso en El Principio del Origen, donde la trama avanza con coherencia. Quizá todo quede demasiado velado a ojos del lector, con muchas alusiones y pocas explicaciones del argumento principal de la serie, pero no tengo nada que objetar a la sencilla trama que sigue este primer volumen en concreto.

Más difícil de aceptar me ha resultado la caracterización de los protagonistas, muy faltos de intensidad emocional. Les ocurre una serie de tragedias que, sin embargo, parece que les resbale en su mayor parte. Actúan en consecuencia a lo ocurrido y de vez en cuando muestran la emoción que se supone les debería estar afectando, pero como si en ese momento recordaran que deberían sentirse tristes o algo. No transmiten apenas emoción. Eso es lo que menos me ha gustado del libro, y algo en lo que creo que el autor debería trabajar mucho más para las siguientes entregas.

En cuanto al mundo en el que se desarrolla esta historia, denominado La Creación, es un entorno de fantasía juvenil más bien típico, a juzgar por lo que se nos cuenta en el libro: Antes había un imperio, guerras con enanos, elfos y humanos, politeísmo y demás. Llegó el Ungido, una especie de mesías que reformó el pensamiento religioso de todos -si lo he entendido bien, no se trata tanto de un monoteísmo, pues se siguen reconociendo a los mismos dioses, sino de una forma de conceptualizar el mundo-, el imperio se fue al cuerno tres siglos atrás y ahora hay una serie de reinos que ocupan su lugar. Muchos de los nombres tanto de personajes como de lugares remiten a la península medieval, pero en realidad se trata de un mundo de fantasía mucho más avanzado socialmente -hombres y mujeres existen en un plano de igualdad mucho mayor, a la orden de caballeros se puede entrar incluso aunque uno sea plebeyo si supera una serie de pruebas, todo el mundo sabe leer, etc.- de un modo que me recuerda a las ambientaciones de Dungeons & Dragons.

Hay un especial esfuerzo puesto en la conceptualización de la magia. Se divide en varios tipos, y es un don con el que por lo visto se nace. Si te toca arcanista, como a Acacio, pues lo tuyo es tratar con los arcanos, una suerte de espíritus, a los que convencer u obligar para que haciendo tu voluntad produzcan efectos sobrenaturales. Otros tipos de magia incluyen la visión profética, o el más habitual despliegue de rayos, defensas mágicas y demás. Me gustó particularmente el tipo de magia que emplean los villanos de esta novela.

En fin, El Principio del Origen es una novela de fantasía juvenil sencilla, muy rápida y fácil de leer y que he encontrado muy entretenida. El argumento, si bien no es precisamente original, se muestra coherente y aunque me hubiese gustado que los personajes me resultaran un poco más creíbles en sus reacciones a lo que les ocurre, al final el balance es positivo. Habrá que ver como siguen estas Crónicas de la Sangre Oculta.

4 comentarios:

  1. Prueba* con Los servidores de La Muerte (Ignacio Jesus Asensio Lavilla). Un euro en amazon o en otros sitios de gratis. Se le ven las costuras y como va creando el libro y se anima a más y más y sube la escala. Ni tan mal y era un poco diferente.
    Claro que hace más de 5 años de eso y no estaba tan metido en la fantasía que hasta le encuentro sentido a Príncipe de Nada.

    Aclaración: no tengo nada que ver con el autor (y es evidente que a esos precios no pretende hacerse rico). Me lo encontré (al escritor) comentando en una web de otras cosas y resulta que tenía un libro.


    *prueba. Tampoco es que pretenda hacer "una buena recomendación"

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  2. Curiosearé algo del libro, a ver si me hace tilín. Y Príncipe de Nada tiene perfecto sentido, solo que se trata de una historia de gran complejidad. A mí me gustó tanto que acabé leyendo los libros siguientes en versión original, desesperado ya de que fuesen publicados aquí.

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  3. Dentro de la fantasía épica española, me han recomendado en más de una ocasión las dos novelas que componen las Leyendas de Lacenor de Joaquín Sanjuán.

    Aún no las he leído, así que no puedo opinar sobre su calidad. Pero si buscas obras de high fantasy a lo Tolkien escritas en español, tal vez pueda ser una opción.

    Un saludo.

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    1. Tal vez. Miraré por ahí, a ver si lo que encuentro sobre estas novelas me convence. Por el momento me he quitado la espinita de este tipo de lectura ligera con la novela de esta entrada, pero no viene mal tener algo preparado para cuando vuelva a asomar el gusanillo.

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