Publicada originalmente en 2005 (en 2006 en su traducción al castellano, para la colección Nova, de Ediciones B), Elantris es el primer trabajo publicado de Brandon Sanderson. Y bastó esta única novela para que fueron muchos los que se fijaron en este nuevo autor.
El reino de Aleron hasta hace algunos años era gobernado por sus dioses. Y estos no son otros que habitantes del reino -principalmente de la capital- que, repentinamente, son transformados, elevados a una forma de existencia cercana a la inmortalidad, y capaces de hacer uso de extraordinarios poderes.
Pero eso terminó hace años. Algo ocurrió -nadie sabe qué- que hizo que los dioses perdiesen su poder, quedando confinados a una lastimosa existencia, en la que la muerte o la locura parecen las únicas salidas a un dolor contante e inacabable. De vez en cuando, algunas personas sufren la transformación, pero eso no se considera ya un motivo de gozo, pues se considera como muertos a quienes son enviados a Elantris, antaño la ciudad de los dioses, ahora una enorme ruina.
Eso le ocurre al príncipe de Aleron, Raoden. Transformado en elantrino -medienta el misterioso proceso denominado Shaod- Raoden, un joven culto e inquisitivo, es exiliado a Elantris. Justo cuando está a punto de llegar al reino Sarene, su prometida. El suyo iba a ser un enlace político -nunca se conocieron personalmente-, pero Sarene, esposa por poderes de Aleron, se ha convertido repentinamente en su viuda.
Hay otro protagonista de esta historia. Hrathen, un individuo que ostenta un alto cargo en la iglesia teocrática que gobierna su propia nación, también acaba de llegar a Aleron. Pero el suyo es otro propósito; Debe convertir a su fe a la población de este reino en un plazo de tres meses, pues ese es el tiempo que tardarán las fuerzas militares de su nación en marchar sobre Aleron. El fanatismo religioso de la iglesia Dereth no tolera la existencia de Elantris, y lo que este lugar significa. De modo que Hrathen, paradójicamente, intenta salvar las vidas de los habitantes de Aleron, aunque sea un fanático convencido de su propia superioridad moral.
Estos tres personajes protagonizan una historia que combina la intriga cortesana con la investigación del pasado de Elantris y los aones, el secreto del antiguo poder de los elantrinos. Y ese es el principal punto fuerte de la novela.
En libros posteriores, Sanderson ha desarrollado diversos sistemas de "magia" que, aun con sus diferencias, compartían varios rasgos comunes. Sin embargo, la presentación de los mismos que recibe el lector varía entre cada una de sus historias. En la trilogía Nacidos de la Bruma, descubrimos el funcionamiento de la alomancia cerca del principio, a la vez que la joven protagonista recibe las explicaciones pertinentes.
En El Aliento de los dioses, como lectores también descubrimos pronto el funcionamiento de los poderes de animación que usan quienes acumulan suficientes alientos, en esta ocasión mediante el caso práctico de uno de los protagonistas.
El caso es que la forma en que pueden usarse estos poderes nunca representa un misterio en las novelas de Sanderson -al contrario que su origen, que jamás es desvelado-. Pero en Elantris, descubrir como funcionan los aones resulta una parte fundamental de la historia. Y es la mejor forma de comprender cómo concibe el autor este tipo de habilidades en sus novelas, de forma tan técnica. Leí Elantris sólo después de haber terminado unas cuantas novelas más del autor, de modo que la cosa no me vino por sorpresa, pero creo que sólo por esta razón, merece la pena, puestos a probar a leer algo de Sanderson, comenzar por este.
Por otra parte, tras la lectura de Elantris, el resto de temas recurrentes de este autor tampoco sorprenderán al leer sus siguientes novelas. Hrathen es un perfecto ejemplo de la fijación de Sanderson por el tema de la fe, con su cuestionamiento de la doctrina eclesiástica de la cual forma parte. Las secuencias de acción llenas de proezas sobrehumanas también están presentes, pero en este caso sólo de forma marginal.
No es de sorprender, en resumen, que la aparición de esta novela fuese considerada como un soplo de aire fresco en un género aquejado en demasía de tópicos que se repiten una y otra vez, con autores que de tanto mantenerse en aguas en las que se sienten cómodos, las están estancando. Afortunadamente, cada vez hay más autores que, como Sanderson, se alejan en busca de territorios inexplorados, demostrando que no todo está escrito (o por lo menos repetido hasta la saciedad) en la fantasía.
Vale, ya tengo siguiente novela con la que empezar. ¡Mil gracias!
ResponderEliminarGracias a ti. Es una lectura muy entretenida, confío en que la disfrutes.
EliminarApenas la leí este año y me gustó mucho. Me atrajo que fuese una novela autoconclusiva en un género saturado de n-logías. Además quedé convencido de explorar más obras del autor. Igual y me animo con su primera trilogía: Nacidos de la Bruma. O su otra novela autoconclusiva.
ResponderEliminarSi Elantris te gustó, es muy probable que cualquier otra novela de Sanderson también resulte de tu agrado, comparten muchas similitudes en su estilo y temática.
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