En algún momento hice
mención a como, en lo que se refiere a los mitos artúricos, mi
opinión sobre las obras más modernas que tratan el tema no es
demasiado buena. La Muerte de Arturo, de Thomas Mallory, me
parece un libro excelente y muy recomendable, igual que las obras de
Chrétien de Troyes, algunas partes de La Vulgata El
Mabinogión, Parzifal, varias versiones de Tristán
y Sir Gawain y el caballero verde son lecturas que he
disfrutado más que la de Camelot de T. H. White. La versión
inacabada de John Steinbeck es mi favorita de entre los más
recientes, pues este autor se limitó a intentar poner en un lenguaje
y estructura más accesibles al lector moderno una historia muy
antigua. Lo mismo, en realidad, que había hecho Mallory quinientos
años antes.
Eso no quita que no haya
buenas historias artúricas escritas hoy día. Las hay, pero a menudo
deforman mucho la historia original en interés de ofrecer una
perspectiva nueva o propia de la misma, como ocurre con Las
nieblas de Avalon. Disfrutar de la lectura de una novela así no
me resulta imposible, pero a menudo he de hacer un esfuerzo para
pasar por alto la molestia que me produce los cambios que el autor
realiza para que su versión tenga sentido. Cambios que a veces son
demasiado forzados.
Por eso me sorprendió
tan gratamente la lectura de estas novelas, escritas por la británica Mary
Stewart, autora dedicada normalmente a la novela histórica. La
cueva de cristal (1970), Las colinas huecas (1973), y El
último encantamiento (1979), son las tres novelas que cuentan la
historia de Merlín. La edición que poseo de esta serie es la de la
colección Byblos, el libro de bolsillo de Ediciones B. No estoy
seguro de si esa colección fue cerrada o si simplemente cambió de
formato, así que desconozco si esta es una lectura todavía
disponible. Sería una lástima que no lo estuviese.
La versión de Stewart es
de corte histórico. Presenta una Britania del siglo V que, aunque ha
dejado atrás al Imperio Romano, todavía no puede decirse que haya
entrado en el medievo. Varios pequeños reinos se reparten la isla, y
guerrean entre sí tanto como lo hacen con los sajones que comienzan
a invadir su costa oriental.
Y ahí es donde nace
Merlín, un niño con un gran talento, tanto para las ciencias como
para lo sobrenatural. Pues hay elementos de fantasía en esta
historia, aunque presentados de forma muy sutil, con gran elegancia y
delicadeza. Merlín no es un mago que realiza conjuros, sino un
adivino, e incluso más todavía, un profeta. Su poder, cuando se
permite el lujo de hacer uso del mismo, le permite ver cosas
importantes que ocurren en otros lugares. Y la profecía, el talento
que le hace verdaderamente extraordinario, le hace proferir la verdad
y ordenar con la misma a quienes le escuchan.
De todos modos, eso es
algo que ocurre raramente en estas novelas. Como decía, Merlín es
también un gran erudito, y su conocimiento en áreas que van desde
la ingeniería hasta numerosas facetas del mundo natural en algo de
lo que hará uso en muchas más situaciones, obrando así proezas que
para el resto de la gente no puede ser sino fruto de la hechicería.
La historia se desarrolla
ateniéndose a la mayoría de elementos clásicos del ciclo artúrico.
Vortigern, Aurelio Ambrosio y Uther Pendragón ocupan la primera
parte. Merlín, que en esta historia está emparentado con el linaje
de los Pendragón, actuará como consejero y enviado en varias
ocasiones para diversos monarcas, culminando su labor con la
concepción de Arturo. Y la trama sigue por los derroteros
habituales, aunque la autora se reserva el derecho de dar alguna
pequeña sorpresa de vez en cuando, añadiendo o cambiando pequeños
detalles.
Aunque, como autora de
novela histórica que era, Mary Stewart describe una Britania
verosímil, no se recrea en los aspectos más sórdidos de la vida de
la época. Hay gente despiadada y cruel, pero no demasiado contenido
explícito. Ni siquiera hay, en realidad, demasiada violencia.
Después de todo, Merlín no es ningún guerrero, y no tiene mucho
interés en tales cosas.
La prosa de Stewart es
buena. Sin pasarse en el estilismo, sí se aprecia cierto cuidado en
la redacción de un texto que se lee de forma amena y tranquila. No
hay sensiblería ni testosterona en la trama, sino mucho sentido
común y cierta sensibilidad por parte de varios personajes.
También me gustó mucho
la concepción de las religiones presentes en la historia. Al
contrario que el feroz ataque de Bernard Cornwell en sus Crónicas
del Señor de la Guerra, el Merlín de Stewart es más sincrético
que pagano -y mucho más pagano que cristiano-, dispuesto a
incorporar a sus creencias particulares cualquier cosa que encuentre
merecedora de ello.
Así que estos libros
forman una historia de aventuras más que de acción, con un
protagonista que suele pensar antes de actuar, que prefiere evitar la
violencia y que observa con atención todo lo que ocurre a su
alrededor. La anterior mención a Cornwell no es una casualidad:
estos libros son casi una antítesis a los lugares comunes de este
autor.
En resumen, una lectura
tranquila y agradable, aunque quizá se puede hacer un tanto larga en
caso de leer los tres libros seguidos.
Libros super interesantes... yo tengo los dos primeros me falta el último pero es dificil de encontrar...
ResponderEliminarSé que hubo un cambio de formato en la colección de bolsillo de Ediciones B. Los que yo tengo son de justo antes, cuando probaron a ponerles un precio de 5€. Lo que no sabía es que no los hubiesen vuelto a publicar. Es una lástima.
EliminarLo creas o no, no he leído NADA de las leyendas artúricas. :S
ResponderEliminar¿Qué me recomiendas para empezar?
¡Gracias!
Si no te importa leer algo escrito en un estilo algo arcaico -aunque muy accesible-, La Muerte de Arturo, sin dudar. El principio es algo flojo, con los acontecimientos sucediéndose muy rápido, pero no tarda en mejorar. Es una de esas obras que invitan a la humildad, cuando al leerla uno se da cuenta de que prácticamente cualquier idea que podamos tener ya se le ocurrió antes a alguien. Me parece una de las mejores novelas que he leído jamás.
EliminarLa versión más moderna de John Steinbeck, Los hechos del Rey Arturo y de sus nobles caballeros, también me gustó mucho. Pretendía ser una actualización de Mallory, pero lamentablemente quedó inacabada. Aun así, la parte que está escrita es mi favorita de entre todas las historias modernas.
Finalmente, Alianza publicó hace algunos años una colección en bolsillo, la Biblioteca Artúrica. Hay unos cuantas versiones -en prosa, eso sí- de las obras de Chrétien de Troyes. Mi favorito es El Caballero del León, pero cualquiera de las historias de este autor es recomendable.
Son las versiones más canónicas de lo que entendemos actualmente por el mito artúrico, y las que yo recomendaría para empezar. Pero hay muchísimas obras muy buenas dedicadas al tema.
¡Mil gracias!
EliminarVivo la contradicción de que siendo un historiador la novela histórica me repele, y la novela histórica de corte artúrico casi más. Así que aunque gracias por la recomendación, dudo que me acerque a este. Y lo que me presentas (con un Merlín tirando a racionalista) me tira para atrás.
ResponderEliminarPero bueno, aún así es un buen analisis, felicidades.
Gracias.
EliminarTambién siento cierta aversión por la novela histórica, que demasiado a menudo tiende a la receta de los bestsellers, lo que la vuelve predecible y mediocre. Pero cuando un libro es bueno, es bueno, independientemente del género. Y estos me lo parecen. Aunque no son realmente novela histórica, dados los componentes de fantasía que tienen
SI he dado la impresión de que Merlín es racionalista, es que me he expresado mal. El aspecto sobrenatural tiene mucha presencia en la obra, pero lo es de un modo muy sutil.
Cuanto tiempo! XD Me alegro de volver a ver una entrada, me tenias preocupado.
ResponderEliminarNo me disgusta lo que me planteas, pero no me atrae lo suficiente para entrar en esa densa lista de "pendientes". Quizás cuando se haga algún hueco y se acerque el Pendragon en castellano.
Ciertos imponderables me han mantenido alejado incluso de poder actualizar el blog, algo que me ha fastidiado bastante. Afortunadamente, es una situación que se va arreglando, así que espero volver a la normalidad.
EliminarBueno, qué se le va a hacer, no se puede esperar que los gustos de los demás coincidan siempre con los míos :). De todos modos, en lo que respecta al mito artúrico en conjunto, estos libros no son apenas más que una curiosidad. El juego Pendragón se escribió tomando a Mallory como principal canon -aunque también usa otras fuentes-, y esa es la principal lectura que recomendaría para empaparse bien de la ambientación que se pretende en el juego.