lunes, 12 de septiembre de 2016

Ludo Ergo Sum 2016: Domingo

Para el último día de las jornadas acudimos temprano, casi de los primeros que comienzan a hacer cola antes de la apertura de las instalaciones. Después de algo de espera, pasamos rápidamente a las inscripciones para partidas.

El domingo es el día con menos afluencia, y más teniendo en cuenta que se están celebrando las festividades locales de Alcorcón. Además, por la tarde se ofrecen muchas menos partidas, en parte porque muchos de los que estarían dispuestos a dirigir ya no pueden acudir -la mayoría de quienes venimos desde lejos ya se han ido antes de que comience el último turno, aunque yo puedo quedarme hasta el final-, y en parte, supongo, porque a muchos no les apetece organizar una partida en el turno más corto de las LES -la ceremonia de clausura suele comenzar a las 19:00-. En cualquier caso, hay menos jugadores y menos partidas.

No tengo problemas para encontrar puesto en aquella en la que quería participar, la de Walhalla. De hecho, soy el primero en apuntarse. Es más, casi soy el único. No es que el juego carezca de aceptación, pues el sábado ya vi como se jugaba en los turnos de mañana y tarde, pero es domingo, y hay menos gente. Para Ignacio, coautor del juego, ya le debo de resultar familiar, porque me reconoce -he jugado partidas suyas en las dos ediciones anteriores de las LES-, pero durante un rato, parece que no va a acudir nadie más, y él quiere al menos dos jugadores para poder dirigir la partida. Me fastidiaría no poder jugar, pero afortunadamente se presenta otro jugador, que no conoce Walhalla pero tiene curiosidad -comenta que le gustan mucho los juegos D100, lo que hace que me caiga bien-, así que, aunque con algo de retraso, nos ponemos a ello.

El escenario forma parte de una próxima campaña que esperan poder publicar el próximo año. Se trata de un capítulo intermedio, que puede ser jugado sin problemas de forma independiente. Hay algo de investigación, intriga política y combate. Yo lo paso de miedo. Jugar a Walhalla o Aquelarre, juegos ambos que me gustan, es lo más cerca que puedo estar de hacerlo a RuneQuest, pero es que además la partida me pareció muy buena e interesante, y eso que se trataba de una versión abreviada, apta para eventos como las LES. Ahora tendré que esperar a que salga para ver el cuadro completo.

En cuanto al otro jugador, basta con decir que fue terminar la partida y marchar raudo a comprar un ejemplar de manual.

Por cierto, que también se estaba jugando una partida de Far West, la leyenda, de próxima publicación, y que trae de vuelta uno de los primeros juegos españoles, también un D100. Me habría gustado poder participar, pero no puedo estar en dos sitios a la vez y mi primera elección era Walhalla. Tendré que esperar a ver el juego ya publicado.

Tras la pausa para comer me inscribo en la última partida que jugaré en estas jornadas. Me decido por Jernhest, un entorno de campaña para jugar con sistemas OSR -aunque está específicamente basado en Aventuras en la Marca del Este.

La partida, dirigida por David Arkerion, está basada en la película Bone Tomahawk, lo que me resulta un poco extraño, tratándose de una ambientación steampunk, porque la historia no da pie a mostrar ninguna de las particularidades del género, ni en cuanto a la tecnología, ni en cuanto a la cultura de corte más decimonónico que pseudomedieval. En realidad, podríamos haber jugado este mismo escenario con cualquier retroclón y habría sido esencialmente lo mismo (espadas y arcos en lugar de fusiles y pistolas). Cierto es que David dejó claro desde un principio que lo que quería era divertirse dirigiendo la partida más que promocionar el juego, pero aun así eché en falta algo más de lo que debe de proporcionar una identidad propia a Jernhest.

Pero bueno, la cosa tampoco estuvo mal. Un par de encuentros de combate, algo de interpretación entre personajes y un enano al que un troll de las nieves le arrancó el brazo de un mordisco (por suerte ese brazo sostenía unos cartuchos encendidos de dinamita, así que la cabeza del troll saltó por los aires poco después).

La partida debe terminar apresuradamente, debido a que el tiempo se agota -ya lo comenté antes, este último turno es mucho más breve que los demás-, y pasamos ya a la ceremonia de clausura. Discursos varios, sorteo entre los asistentes -una vez más, no participo, prefiero quedarme con mi carta de asistente a modo de recuerdo) y otro sorteo de una cesta de productos entre quienes hemos comprado al menos algún número. Tampoco me toca, evidentemente.

Despedida y cierre.


No me importa si me repito y siempre acabo diciendo lo mismo, porque es verdad: A pesar de todo, el calor, o cualquier otro punto negativo que se nos pueda ocurrir, el trabajo de organización y gestión de estas actividades resulta inmenso. Y lo hacen voluntarios. Esos voluntarios, como Urox o Meroka, merecen toda mi admiración y agradecimiento por el trabajo que se meten. Y todo ese esfuerzo es para que otros, como yo, podamos disfrutar de un espacio en el que compartir nuestro ocio con gente nueva.

Mañana dejo Madrid de vuelta para casa. ¿Volveré el próximo año? Ni idea, es pronto para decirlo, y en un año pueden ocurrir muchas cosas. Pero me gustaría, eso seguro.

Un saludo para todos aquellos con quienes crucé algunas palabras, o con quienes compartí algunas aventuras, aunque solo estuviesen hechas de imaginación y dados. Muchas gracias y hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Yo estuve en esa partida de Jernhest, era el de coleta y gafas que llevaba al explorador/cazador, ¿tu quien eras?

    La partida estuvo bien, mas que el ambiente steampunk eche de menos ver como funcionaba la magia, pero vamos, que me lo pasé bien.

    Un saludo.

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    1. Mi personaje era el soldado.

      La partida tuvo momentos muy divertidos. Pero me hubiese gustado jugar algo más específico de la ambientación.

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