martes, 22 de octubre de 2013

Líder nº 22 (marzo-abril de 1991)

Las V JESYR, que habían sufrido un retraso inesperado, todavía no se habían celebrado en el momento de la publicación de este número de la revista, tal y como ellos mismos lo explicaban en el Comunikado correspondiente. El otro tema destacado en la sección, haciéndose eco de la portada, son los juegos diplomáticos, esos que rompen amistades, no aptos para la gente que se pone de mala leche con estas cosas.

Repaso a nuevos clubes nombrados en El estado de la afición: El Espejo del Tiempo y Aspecto 0 en Zaragoza, Trollones Molones en León, Wilfred en San Cugat, Crápulas de Jodras en Bilbao, Alas de Dragón, Kwisatz Haderach y Club Perfecto en Madrid (¿Dónde si no se encontraría a gente tan humilde como la de este último?), Asociación Juvenil Eriador en Cádiz, Los Dragones Muertos en Málaga, Necronomicón en San Sebastián de los Reyes, y Klub Kaos en Sestao (antes se llamaban Locura o Muerte, así que parece que se ablandaron un poco).

Se hacía mención, entre actividades diversas reseñadas, de la emisión de Monstruos y Laberintos por Antena 3. Ya sabéis, la película esa en la que un joven Tom Hanks se dedica a jugar con unos juegos muy raros de nosequé, y por culpa de tanto jugar se le secan los sesos, como a Don Quijote, y acaba totalmente loco. En fin, en la revista lo mencionan por lo molesto del asunto. La película en cuestión era fruto de la campaña anti D&D de grupos simpatizantes con la derecha ultrareligiosa de EEUU. Aquí no se dejaba de ver como una rareza, y eso el que supiera qué era eso de los juegos de rol, pero claro, más adelante habría más carnaza para los buitres del sensacionalismo (por alguna razón, Antena 3 destacaba mucho en eso, con su reina indiscutible del amarillismo Nieves Herrero).

El Tío Trasgo presenta... temas candentes del mundo del rol, en esta ocasión Albert Monteys hacía un breve repaso a algunos tipos de directores de juego, así como de jugadores, con ciertas, digamos, manías. Bien claro se ve que hay algunas cosas que no cambian.

Se añade también un interesante contenido, un índice temático que incluye todos los artículos, módulos y ayudas de juego publicadas hasta el momento. Es muy útil, aunque adelanto que la sección dedicada al rol tiene unas erratas enloquecedoras. El número siguiente de Líder incluiría una versión corregida de esa parte.

El estado de la afición finaliza con un artículo de lo más atípico. Recordad, en aquellas fechas se había montado todo el circo mediático en el que se trataba de convencer al mundo de que Irak era una amenaza para la paz mundial, y era necesaria una coalición de docenas de naciones, con el heroico liderazgo de EEUU al frente, para detener a los malos. En el boletín informativo de Chaosium, Greg Stafford escribió al respecto, rechazando cualquier engaño que justificara la guerra, así como la justicia de la misma.

En Líder, según nos cuentan, se estuvieron pensando si resultaba adecuado o no el publicar dicha nota, pero cuando comenzaron a aparecer noticias sobre un aumento en la venta de wargames, que en algún noticiario (de Antena 3, para más señas) explicaban como afición de militaristas frustrados, pues decidieron decir algo. Que no era más que una defensa de la afición por los wargames, desmintiendo el belicismo que se les atribuye, y expresar su repulsa a la guerra.

El Ranking: El Señor de los Anillos, Star Wars, La Llamada de Cthulhu, Rolemaster. En quinto lugar queda RuneQuest. Es curioso que, aunque hay títulos, como MERP o Cthulhu, que siempre están presentes, otros son votados como favoritos sólo mientras resultan novedosos, bajando a los abismos de la lista en números posteriores. Como esos tops de la mejor música del siglo, en la que las listas están copadas por discos publicados en los últimos dos o tres años.

En La biblioteca de Ankh-Morpork, Alejo Cuervo continúa el tema iniciado en el número anterior, esto es, el cyberpunk. Se nombran títulos que han quedado como clásicos del género, como Cuando falla la gravedad, de George Alec Effinger, o Hardwired, de Walter Jon Williams. Estos dos los he leído, y me parecen muy buenos. No puedo opinar, en cambio, sobre Islas en la red, de Bruce Sterling y Software, de Rudy Rucker, pero tiendo a pensar que ambos serán de gran calidad. En ocasiones el tono de Cuervo resultaba un tanto elitista, pero mucho más a menudo que no, he encontrado que coincido con su criterio.

El consultorio del orco Francis, ahora claramente dedicado, no a responder cartas, sino a exponer algún tema, se dedica en esta ocasión a la problemática de fundar un club. Problemática, claro está, si la cosa se quiere hacer por lo legal, con los estatutos debidamente presentados en el ayuntamiento, solicitud de espacio en algún centro social, subvenciones para actividades, etc. Es mucho en lo que meterse, así que viene bien contar con algo de orientación.

Y se estrena, no nueva sección, porque en el número anterior ya había aparecido, pero sí como sección para resolver dudas. Los secretos del diablo, para Aquelarre, llevada, como no, por Ricard Ibáñez. No hay ninguna particularmente interesante en esta ocasión. Cosas de explicación de alguna regla, solicitar sugerencias sobre como resolver alguna cuestión menor, cosas así.

En Silencio... ¡Se juega!, la cosa abre con una reseña de Xavier Salvador del juego Wrassling, una parodia de los espectáculos de wrestling que se juega con cartas. Tenía pinta de ser divertido.

En los primeros números de la revista se dejaba un hueco para videojuegos que tuvieran algo de relación con el mundillo del rol y los wargames, pero a las alturas de este número, esa sección había desaparecido hacía mucho. Aquí, sin embargo, se incluye el artículo Tablero de cristal, por Xavi Canyelles. Arcades, simuladores, wargames y juegos de rol eran las categorías cubiertas. Aunque curiosamente, no se dan títulos, sino que se limita a explicar dichas categorías.

Seguía la extensa y detallada serie de artículos sobre Third Reich, las esperanzas del Eje en el sur (partes III y IV en este número).

Javier Gómez aportaba Flechas contra Corazas, un escenario para Viking´s Raiders, suplemento de Cry Havoc

Y en Plomo en las mesas se explica la Batalla de Salamina, decisivo enfrentamiento naval entre las flotas persa y griega, durante el intento de invasión de Grecia organizado por el Emperador Jerjes. Jesús María Cortés Meoquí es aquí más escueto, quizá por contar con menos espacio, pero aunque no se detalla todo el contexto de la batalla en el detalle que acostumbraba, sí dan datos sobre los tipos de embarcación y las tácticas bélicas navales.

El correo del zar muestra en esta ocasión un artículo de Amando Antoñano, Panzerkrieg por correo, en el que, como solía hacerse aquí, ofrece reglas para jugar vía epistolar un juego originalmente no diseñado para tal efecto. En este caso, Panzerkrieg, que detalla los enfrentamientos entre Alemania y la URSS entre 1941 y 1944 en la región que comprende Ucrania, Crimea y el Cáucaso.

El Dossier, como ya se apuntaba en el Comunikado, trata sobre el juego Diplomacia. Ni este juego en concreto, ni la categoría en la que se inscribe son santo de mi devoción, así que en realidad no tengo mucho que decir al respecto. Carezco de la mente maquiavélica necesaria para jugarlo adecuadamente, o para realizar algún análisis decente del mismo.

De rol entiendo algo más, que ya es lo mío. La voz de su máster comienza y termina con Componentes mágicos, por J.M. Marsé y Ricard Ibáñez. Un listado de minerales y vegetales a los que se asocia un efecto particular. Lo raro es que sólo viene eso, la asociación, en plan "Coral Azul: Cura las enfermedades". Pero apenas deja pistas sobre cómo traducir eso a términos de juego, si es que ha de hacerse tal traducción.

Y sin más pasamos a los Módulos. En este número hay dos. El primero, Los cantores, por Juan Lillo, está escrito para Stormbringer. No está mal, algo sencillo, sin mucha interpretación y sí un montón de peligro, pero divertido. Yo dirigí este módulo del mismo modo que casi cualquier otro de los varios de Stormbringer que he utilizado. Eso quiere decir adaptado a RuneQuest. Este escenario, por ejemplo, fue situado en un rincón no detallado de La Isla de los Grifos

El otro escenario es la segunda parte de Tharnerfuin, la campaña para El Señor de los Anillos iniciada en el número anterior. Aunque contaba con menos entregas que Mindolluin o La Bestia no debe nacer, Tharnerfuin también era larga, cuatro partes. Al menos fueron publicadas todas en números consecutivos, con lo que sólo se hubo de esperar seis meses a verla completa a partir de la publicación de la primera parte.

2 comentarios:

  1. Sobre "Islas en la Red", yo lo defino como un libro de una sola lectura. En serio, no querrás repetir. Sterling es genial en relatos cortos y en novelas formadas al uso de recopilación de relatos cortos, pero "Islas" es una novela, no una colección de relatos, y se nota un cierto probelma en la continuidad. Hay cosas de la trama que no quedan muy bien definidas y hay veces que parece que le "faltan páginas".

    A un lector de cyberpunk acostumbrado a Gibson, o a los relatos de Sterling, esta novela le parecerá "seca", por decirlo de algún modo.

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    1. Lo cierto es que lo único que he leído de Sterling es La máquina diferencial, que además fue escrito en colaboración con Gibson, así que en realidad no me puedo hacer una idea. Aunque he oído cosas muy buenas sobre su trabajo.

      Gibson sí me gusta mucho, y resulta curioso ver como a medida que avanza su obra, la diferencia entre el mundo que presenta y el mundo real es cada vez menor. A partir de Mundo Espejo, las tramas se sitúan ya en la actualidad, con muy leves toques de ciencia ficción. Pero la actitud original de sus historias sigue ahí, si bien menos exagerada.

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