El
relato de dicho sueño consistía, casi por derecho propio, en todo
un relato del tipo que acostumbraba HPL. La historia de una
expedición romana, tropas que se internan en las regiones montañosas
del norte de la Península, en busca de uno de esos pueblos antiguos,
degenerados y aliados con extraños y despiadados poderes a los que
tanto acostumbraba el autor. Esa antigua raza tenía aterrorizadas a
las tribus de primitivos vascones, y la fuerza expedicionaria tiene
por objeto restituir la paz y acabar con cualquier amenaza. Por
supuesto, acabarán metiéndose de cabeza en algo que les viene
grande por mucho. La historia del sueño está inacabada, pero
permite intuir el triste final que aguarda a los legionarios.
En
2006 la editorial Equipo Sirius publica, bajo su sello
Transversal, Infierno nevado (Infernu elurtua),
de Ismael Martínez Biurrun, que se estrenaba con esta su primera
novela (a día de hoy cuenta ya con unas cuantas más en su haber). El autor recogía el guante arrojado por Lovecraft más de
setenta años antes, y convierte la semilla de un relato nacida de un
sueño en una novela completa.
La
historia no es exactamente la misma hasta en sus mínimos detalles.
Pero sigue un planteamiento inicial muy similar -aunque los nombres
de muchos personajes están alterados, y Martínez Biurrun añade un
importante personaje, un mestizo de romano y vascón; Algo que
Lovecraft probablemente jamás habría tolerado-, pero tratándose
como se trata de una novela, sigue un extenso desarrollo mucho más
allá del punto ominoso en el que se detuvo la narración original.
La
historia se sitúa en el año 75 a.C., durante la guerra entre
Pompeyo y Sertorio en Hispania. Las tropas leales a Roma se disponen
a invernar, pero sus problemas aumentan cuando algunos cargamentos de
trigo que tenían como destino los acuartelamientos romanos
desaparecen. Se dice que los saqueadores han sido los miembros de una
antigua raza que habita esas mismas montañas. La expedición romana
enviada tiene como objetivo tanto la recuperación de los alimentos
robados como el castigo de los ladrones.
Este
es uno de esos relatos que nada más empezar, el lector ya sabe que
la cosa no va a acabar bien para los protagonistas. Aunque no nos
encontramos exactamente ante una novela de terror -pero el terror,
indudablemente, es un importante componente de la misma-, hay un
cierto fatalismo, evidente desde el principio. Y bueno, saber en qué
se inspira la historia tampoco lleva a pensar otra cosa.
Pero
como decía, no se trata únicamente de una historia de terror. Hay
muchos villanos en esta historia, tanto da si son humanos como si no.
Las muestras de crueldad de los hombres que aparecen aquí, sin
importar si son romanos o nativos, no tienen demasiado que envidiar,
en realidad, a las atrocidades cometidas por seres menos
clasificables.
Pero
también hay héroes. Ya sea de forma colectiva, como cuando en
ciertos momentos, las tropas romanas, sobreponiéndose a su terror
gracias a su disciplina, plantan cara de forma organizada a un asalto
de criaturas sobrenaturales. O ya de forma individual, como cuando
Arranes, el mestizo que conoce los modos y costumbres de romanos y
vascones, aunque no sea del todo aceptado en ninguno de esos pueblos,
se revela como un héroe trágico, una figura en torno a la cual se
forjan leyendas. O así le describe el autor.
La
novela está escrita con buen oficio. El autor tenía ya ganados
algunos premios literarios gracias a sus relatos, pero esta ha sido
su primera novela publicada. Su estilo es sencillo, carente de
florituras. Usa un lenguaje sencillo pero preciso en sus
descripciones, apropiado para el narrador escogido, uno de los
miembros de la expedición que cuenta, en primera persona y desde el
tiempo y la distancia, los "horribles sucesos acaecidos" de
una forma tan típica en los relatos de los Mitos. Logra crear una atmósfera apropiada para la historia, la sensación de que las tropas se mueven por un territorio desconocido y en más de un sentido, completamente hostil.
En un
contexto rolero, no se me ocurre mejor ejemplo de lo que puede ser
una ambientación como la de Cthulhu Invictus. Pero su
lectura no necesita apoyarse en ninguna motivación de ese tipo. En
sí misma es una novela entretenida e interesante, que en absoluto
desmerece la fuente en la que se inspira.
Vascos y mazmorras no, pero esto si que es Vascos y Cthulu...:-)
ResponderEliminarVascos & Cthulhu meets RomeQuest :).
EliminarMuy entretenida y disfrutable, aunque el autor la ve como un tributo a Lovecraft y parece que está mucho más orgulloso con sus siguientes novelas, las cuales parecen más Unknown Armies :D. Tienen muy buena pinta sus tres novelas posteriores a esta:
ResponderEliminarRojo alma, negro sombra (451 Editores), Premio Celsius y Nocte
Mujer abrazada a un cuervo (Salto de Página), de nuevo ganadora del premio Celsius.
El escondite de Grisha (Salto de Página), aplaudida por El Cultural como “una buena, original y desasosegante historia de almas trastornadas”.
Te ha faltado mencionar Un minuto antes de la oscuridad, publicada este mismo año por Fantascy.
EliminarY en cuanto a que Infierno nevado es un homenaje a Lovecraft... ¿En serio? Jamás lo habría adivinado... ;D. En cualquier caso, es una buena lectura.
La información no es que sea un tributo, la información es en que no quiere ni releerla porque es un tributo, eso no le pasa con sus otras novelas.
EliminarPuedo añadir que dijo que se atascó mucho con esa novela y que la terminó por cabezonería y demostrarse que era capaz.
La novela está bastante bien como para no sentirse avergonzado como mínimo. Pero parece que al ser un tributo tiende a minusvalorarla. Creo que tributo es la palabra que usó en la entrevista que leí.
No añadí la última novela porque no sabía si era de ciencia-ficción, en vez de terror a lo Unknown Armies. Pero tenía que haberlo hecho :(. Buena corrección.
Vale, Gilen, tranquilo. Sólo era una broma.
Eliminar