miércoles, 29 de marzo de 2017

El batallón sagrado de Tirta

Borisa es una de las más poderosas e importantes ciudades de Korantia. Su sociedad es militarista y su política muy agresiva, lo que ha supuesto varios problemas para sus vecinos, que se han visto despojados de tierras en favor de la peligrosa ciudad estado, bajo la amenaza del poderoso ejército borio.

Ese poder militar es también la principal defensa de las colonias borias, como Tirta. La pequeña población cuenta con la protección de la polis, y cualquier agresor sabe que un intento de atacar la colonia tendría como consecuencia la movilización de Borisa, que respondería de forma harto contundente.

Eso no significa, sin embargo, que Tirta carezca de ejército propio, o al menos del embrión de un ejército. Con una población tan escasa no puede aspirar, llegado el momento, a desplegar una gran fuerza militar en el campo. Pero eso no implica que no traten, como en varios otros campos, de ser autosuficientes. La futura emancipación de la colonia exige tales medidas.

Los tirtanos pueden contar, llegado el caso, con una fuerza de alrededor de trescientos hombres armados entrenados para luchar como una unidad. Estos son los que forman la milicia, ciudadanos que cuentan con ocupaciones y profesiones propias, pero que periodicamente se entrenan en el uso de las armas y la lucha en formación para el momento en que su ciudad pueda entrar en guerra con alguno de sus vecinos. Dada la posición fronteriza de Tirta, no es malo estar prevenido.

Estos ciudadanos costean su propio equipo, y cada día que dedican a su adiestramiento es un día perdido para sus propios trabajos. No son guerreros profesionales. En términos de juego de Mythras, son gente de cualquier profesión pero que cuentan con el Estilo de Combate cultural Milicia ciudadana.

Y luego está el batallón sagrado. En realidad, todas las ciudades cuentan con uno de estos, una unidad de soldados profesionales, habitualmente hoplitas. La tradición dicta que el batallón sagrado de una ciudad no puede contar con más de trescientos componentes, pero estos se cuentan invariablemente entre los mejores guerreros de la polis. 

Reciben un estipendio del estado, una cantidad de dinero destinada a permitir que dediquen su tiempo al entrenamiento marcial, además de para la adquisición y mantenimiento de su equipo, habitualmente más caro y pesado que el de la milicia.

En el caso de Tirta, el batallón sagrado está muy por debajo del máximo permitido, solo suman sesenta efectivos. Pero los habitantes de esta colonia provienen de la tradición militar boria, de modo que sus guerreros cuentan con una buena reputación en lo que a su armamento se refiere. A pesar de no haber tenido que entrar en combate en ningún momento como unidad (las escaramuzas son algo mucho más habitual). Esta falta de experiencia en el campo de batalla repercute en el batallón, que no cuenta todavía con una importante tradición, ni con grandes secretos que ofrecer a sus miembros. De todos modos, sí que tienen un pequeño corpus de costumbres y ritos que ofrecer a los suyos. Y por supuesto, algo de magia.



HERMANDAD: BATALLÓN SAGRADO DE TIRTA


Habilidades básicas: Aguante, Atletismo, Estilo de Combate (Hoplita), Voluntad.

Habilidades profesionales: Saber (Estrategia y Tácticas).

(Especial): Los miembros del batallón deben realizar un juramento de lealtad para con sus oficiales y hermanos en el campo de batalla. Al hacerlo contraen una Pasión de Lealtad (Batallón sagrado).


Mitos e Historia: La unidad no cuenta con una historia lo bastante extensa como para haber desarrollado nada importante en este sentido. Todavía han de surgir los primeros héroes de entre sus filas que den inicio a sus tradiciones específicas.

 Naturaleza: Los hoplitas del batallón se ejercitan continuamente en espera del momento en que san convocados para defender la colonia o atacar a sus enemigos. También realizan labores de vigilancia en las instituciones públicas de la colonia, como los templos, o en las puertas de las murallas. Ocasionalmente, y para romper la monotonía, una patrulla de estos guerreros es enviada a recorrer los territorios reclamados por Tirta, a fin de mantener alejados a bandidos y rebeldes tenios.
Cuando no están realizando alguna de las labores anteriores, y si se trata de tiempo de paz, los hoplitas tienen libertad para llevar a cabo cualquier otra actividad que deseen realizar. Si en algún momento un miembro del batallón debiera embarcarse en algún asunto que suponga una cantidad importante de tiempo, deberá conseguir el permiso de sus superiores. Dependiendo del caso, se le puede conceder sin más el permiso, o se le puede imponer algún tipo de compensación por ello.

Organización: Los sesenta combatientes del batallón sagrado luchan unidos en formación cerrada. La unidad se divide en seis grupos de diez hoplitas. Estos grupos reciben el nombre de columnas, aunque a la hora de ser desplegados pueden hacerlo también como filas -lo que ocurre más habitualmente al ser una unidad de pequeño tamaño-, atendiendo a las circunstancias. Cada columna es dirigida por un líder de columna seguido de un líder de media columna. Tres columnas forman una enomotia -liderada por un enomotarca-, mientras que las dos enomotias juntas forman un pentekostys, lo que requiere la totalidad de la tropa, que queda bajo el mando del polemarca.

Así pues los rangos, atendiendo a la nomenclatura de Mythras, son:
  • Miembro dedicado: Hoplita (aquí se incluye al líder de media columna).
  • Miembro probado: Líder de columna.
  • Supervisor: Onomarca.
  • Líder: Polemarca.

Otros batallones sagrados más numerosos, que alcancen los trescientos componentes, podrían formar una mora, la agrupación de los cinco pentokostys.

Afiliación: Cada hoplita ha de ser varón y ciudadano de Tirta.

Restricciones: Han de obedecer a sus superiores, proteger Tirta de sus enemigos, y dañar a estos siempre que les resulte posible.
Comparten una superstición heredada de sus orígenes borios: La panoplia ha de vestirse en un orden correcto, comenzando por las grebas y subiendo hasta terminar con el casco. Hacerlo de otro modo atrae la mala suerte.

Aliados y enemigos: Los mismos que tenga Tirta.
 
Magia: Los pertenecientes al batallón sagrado pueden recibir la enseñanza de los siguientes conjuros de Magia Común: Cuchilla Afilada, Fanatismo, Protección y Vigor.

4 comentarios:

  1. Me encanta.

    Es que leo estas cosas y me dan ganas de mandar todo a la porra y empezar a jugar a Mythras. Aunque sea yo solo.

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    1. Jeje, bien, suponiendo que puedas reprimir ese impulso, imagino que ocasión habrá de plantear alguna partida más en tu grupo. Y si no, pues como con el Scarlet Heroes ;).

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  2. Me ha gustado mucho el trasfondo que has creado. Sencillo y con muchas posibilidades. También me ha parecido interesante lo modestamente que has diseñado esta hermandad en cuanto a reglas, sin dones para cada nivel jerárquico como los Hómoioi del suplemento Mediterráneo Mítico ni otras florituras.

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    1. Esa es justo la idea. Se trata de una hermandad sin mucha historia, apenas lo básico. Es un lienzo en blanco para que algún héroe pueda moldearla, añadiendo nuevos secretos, como dones y conjuros, fortaleciendo las tradiciones de la hermandad.

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