jueves, 8 de mayo de 2014

Cuando cantan las espadas, de Javier Martín Lalanda

El libro del que querría hablar en esta ocasión no es una novela, pero sin embargo está muy relacionado con uno de los autores favoritos -y más mencionados- en este blog.

Cuando cantan las espadas: La fantasía heroica de Robert E. Howard, de Javier Martín Lalanda, es un ensayo en el que se repasan, uno a uno, a los diferentes personajes del escritor tejano que se adscriben al género de espada y brujería, también llamado fantasía heroica. Publicado por la biblioteca del laberinto en 2009, se trata de una revisión y ampliación de un texto del mismo autor originalmente publicado en 1983, bajo el título La canción de las espadas.

Javier Martín Lalanda es una figura conocida dentro de los círculos de aficionados a la obra de Howard, y al pulp en general. Ha traducido numerosos relatos de varios autores, a los que también ha estudiado y comentado en varios textos. Profesionalmente, es profesor de Didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Salamanca, pero también está titulado como doctor en filología, conocimientos que le han valido para la edición de algunas obras medievales. Vamos, que este señor es todo un académico cuyos intereses particulares le acercan a ciertas aficiones de esas llamadas frikis.

En este libro, como decía, encontramos una amplia panorámica de los diferentes personajes de los que Bob Dos Pistolas se valió para protagonizar muchos de sus relatos. Los parámetros para la elaboración de la lista de personajes tratados parecen haber sido dos: 

Por una parte, se trata de historias en las que lo sobrenatural ocupa un lugar destacado. Eso deja fuera a muchos de los protagonistas de relatos de carácter más histórico, como los caballeros cruzados que pueblan las páginas de Los halcones de Ultramar. Es decir, son relatos de brujería.

Y por lo tanto, el otro factor a considerar es el de la espada. Se trata de personajes que viven siempre en períodos preindustriales. Ya sea durante la Edad Media, como Turlogh O´Brien, durante la Antiguedad, como Bran Mak Morn, o en un pasado prehistórico remoto, como Conan o Kull. En ese sentido, los más modernos serían Solomon Kane y las protagonistas femeninas de Howard, Sonya la Roja y Agnès la Negra.

Bueno, en realidad, en uno de los últimos capítulos también se habla, muy brevemente, de alguno de los personajes más modernos de Howard, como Stephen Costigan, protagonista de Rostro de Calavera, o Esaú Caírn, de Almuric. Pero en general, el elenco de héroes howardianos enfrentados, pistola en mano, a amenazas sobrenaturales, no hacen aparición en el libro. Y no es que fueran pocos.

A cada personaje se le asigna un capítulo -bueno, Conan tiene más- en el que se resumen los relatos en los que aparece y se describe al personaje. El autor comenta algunas de las influencias de REH más identificables durante la escritura de estas historias. Particularidades, semejanzas y diferencias entre unos y otros protagonistas, etc.

La canción de las espadas se convierte, pues, en una enorme fuente de información, que no sólo recopila títulos, fechas y otros datos, sino que el autor los comenta con un estilo muy ameno, a la par que lleno de perspicacia.

Mención aparte para las ilustraciones incluidas. En las páginas del libro puede encontrarse una buena cantidad de las imágenes que adornaban las cubiertas de libros y revistas que publicaban material de Howard, así como algunas de las que se encontraban en el interior. No son las clásicas que aparecen en google cuando alguien se pone a buscar, y algunas resultan muy curiosas. Como el caso de un dibujo de Jeff Easley, de 1977, presentada en un estilo muy diferente al que pueda estar acostumbrado un aficionado a AD&D, por ejemplo.

Eso sí, es una lástima que todas estas ilustraciones se muestren en blanco y negro, pues muchas de ellas -sobre todo las de portadas- son originalmente en color, y se pierde mucho en la reproducción.

Para quien esté interesado en la obra de Robert E. Howard más allá de la lectura casual de alguno de sus relatos, este libro debería ser casi de lectura obligatoria. Personalmente encuentro mucho más interesantes este tipo de trabajos de análisis literario que los que ofrecen datos puramente biográficos, como Dark Valley Destiny. No sólo es una obra de referencia muy buena, sino que cuenta algunos detalles esclarecedores sobre la elaboración de estos personajes y las aventuras que protagonizan.

Una lectura que disfruté muchísimo la primera vez que la leí, y a la que todavía regreso de vez en cuando con intención de consultar algún dato. Útil y de lectura muy amena.

2 comentarios:

  1. Es un señor libro para quienes quieren ir un poco más allá de los relatos, efectivamente. No tenía controlada esa reedición de 2009, qué alegría me has dado. Extravié mi copia hace tiempo y no le había vuelto a echar el guante, va directa a la lista de la compra...

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    1. Me alegro de haber sido útil :). No he tenido ocasión de ver la edición original, así que no hay forma de que pueda compararlas, pero se supone que esta última ha sido ampliamente revisada y corregida.

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