Publicado originalmente en 1963, Mundo de brujas pertenece a aquella corriente de fantasía previa a la osificación del género, cuando la imitación de Tolkien se convirtió en el canon de la fantasía. Su autora, Andre Norton -no es un seudónimo, Alice Mary Norton sustituyó legalmente su nombre-, escribió una historia que mezcla a partes iguales el género de fantasía con el romance planetario y algo más que un poco de genuina ciencia ficción. Combinación que, por cierto, no tenía nada de extraño en un tiempo en el que no existía la clara diferenciación entre fantasía y ciencia ficción que conocemos hoy día. Digamos que solo había ficción especulativa, término que contenía todo lo anterior.
La historia suena a algo ya conocido: Un veterano de guerra -de la Segunda Guerra Mundial, en este caso-, involucrado en algunos asuntos muy turbios ve como su vida pende de un hilo. Y es entonces cuando un misterioso científico le ofrece una salida, un billete, solo de ida, a otro mundo. Uno que tal vez encaje mejor con su persona. Títulos como Una princesa de Marte o Almuric vienen inmediatamente a la cabeza.
Pero Mundo de brujas es más que un pastiche o una imitación a pies juntillas de obras como la de Edgar Rice Burroughs. Cuando Simon Tregarth viaja hasta el mundo que será su nuevo hogar, encuentra un lugar que le parece surgido de un cuento medieval. Una serie de acontecimientos en los que se ve envuelto terminan con él mismo poniéndose al servicio de las brujas que gobiernan la nación de Estcarp. Naciones vecinas, como la de Alizon, temen y odian a estas mujeres que dominan un poder que ha sido desterrado de otros reinos. Un poder que, aunque dado el contexto, parece definirse como magia, el lector no tarda en darse cuenta de que probablemente es otra cosa.
Hasta aquí la parte introductoria de la novela. A partir de este punto la historia comienza a desarrollarse, tanto con la relación de Estcarp con sus agresivos vecinos como con la llegada de unos invasores desconocidos y aparentemente invencibles. Y también, por supuesto, con las tramas personales de los principales personajes; no solo Simon, sino también algunos secundarios que tienen sus pequeños momentos de gloria.
La historia, aunque autoconclusiva, siembra las semillas de las siguientes entregas de la serie que vendría a continuación. Una cantidad no pequeña de novelas en las que se irían desarrollando todas las historias que se insinúan a lo largo de Mundo de brujas, incluyendo, imagino, las dudas de Tregarth al respecto de su nuevo hogar, con las paradójicas sociedades que dominan algunas técnicas muy avanzadas en ciertos campos, pero limitadas a una tecnología preindustrial en la mayoría de áreas. Lo cierto es que no he leído ninguna de estas continuaciones, aunque tengo entendido que son inferiores a Mundo de brujas.
Una traducción fue publicada en 1991 por Ediciones Tridente. Es una novela que me gustó: Más calmada y pausada en su desarrollo que, por ejemplo, Una princesa de Marte, con unos personajes dotados de algo más de sensibilidad y personalidad propia, algo menos arquetípicos que los habituales en este tipo de historias. Un buen libro para pasar el rato.
Alguno tengo por casa en ingles, asi que no tengo escusa para echarles un ojo.
ResponderEliminarCreo que habia un suplemento de GURPS dedicado a la saga incluso.
Si lo haces, cuenta a ver si merecen la pena.
EliminarY vaya ¿Habrá algo que no tenga su correspondiente suplemento de GURPS?
http://www.sjgames.com/gurps/books/witchworld/
ResponderEliminarNo lo ponía en duda, es que la cantidad de cosas que han salido para este juego no deja de sorprenderme.
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