martes, 28 de noviembre de 2017

Probando The Mutant Epoch

Otro juego con el que tuve una reciente toma de contacto fue Mutant Epoch, de William McAusland. Me sorprendió saber quién era el autor, pues hasta el momento sólo conocía la faceta de este señor como ilustrador. Uno de los más presentes en la escena de la OSR, por cierto. Hasta el momento he encontrado sus trabajos en juegos como Aventuras en la Marca del Este, Fantastic Heroes & Wizardry, Clásicos del Mazmorreo, Labyrinth Lord y un largo etcétera. Incluso en el Classic Fantasy de Mythras. Un verdadero abanderado de la vieja escuela.

Y más todavía después de haber probado Mutant Epoch. Este juego es, por lo que he podido comprobar, una macarrada de las gordas. Un manual lleno de locuras y salvajadas, donde las preocupaciones por cuestiones tales como el equilibrio de juego han sido arrojadas por la ventana de un vigésimo piso, y después rematadas con un lanzagranadas. Vamos, que el juego es divertido.

¿De qué va el juego? Pues de mutantes. Bueno, de mutantes y también de humanos genéticamente mejorados para ser supersoldados. Y de animales antropomórficos inteligentes. Y de otras cuantas aberraciones. Sin olvidarnos de los humanos corrientes y molientes. De eso y de los poderes que tienen y las armas que manejan.

No estoy seguro de si el manual cuenta con una ambientación específica (puede que sí, he visto que ya hay publicados unos cuantos suplementos), pero es que no la necesita. Todo su contenido clama por las películas de acción ochenteras cutres, esas que están llenas de locurones en un ambiente postapocalíptico o de ciencia(?) ficción y similares. 

Parece que hay más de una forma de crear personajes, pero optamos por un método completamente aleatorio, a ver qué pasaba. Y lo que pasó es que salieron dos supersoldados, un gato hombre (de setenta centímetros de altura), una aberración indescriptible (creo recordar que tenía dos torsos, tentáculos, cinco cerebros secundarios, patas de perro, piel escamosa y mal aliento), y mi propio PJ. Un humano normal. Técnico, encima. Ofrecí cambiar mi PJ por la monstruosidad, pero el otro jugador, maldita sea, no quiso.

Durante la partida, en la que estábamos intentando escapar del único mundo que conocíamos -en realidad, debía de ser una nave generacional, estación orbital o algo por el estilo, pero los PJ no tenían ni idea- pude ir comprobando el sistema. Funciona sobre una base de percentiles. Los personajes cuentan con habilidades cuyo valor se mide en niveles (de uno a cinco, creo), y cuando les toca hacer algo se cruza la dificultad con el nivel de la habilidad para obtener la probabilidad de éxito. Para el combate se cuenta con un valor porcentual, que puede ser modificado por talentos, armas y cosas así.

Cada personaje cuenta con una cantidad de puntos de vida igual a su característica Resistencia (que como todas las otras características, viene expresada en un valor porcentual), y las armas pueden hacer cantidades bastante serias de daño. Un tipo duro puede soportar unos cuantos impactos, pero no muchos. A menos que lleve una buena armadura, aunque lo normal es empezar con protección hecha con chatarra y cosas así. Y es que dependiendo del nivel de equipo con el que se comience se empieza con unas armas y armaduras diferentes, pero siempre determinadas aleatoriamente (mi PJ contaba con una lanza, un cuchillo y un rifle de caza con doce balas. Y una coraza. Algo bueno de ser técnico es que comenzaba con un buen nivel de equipo). Igualmente se contempla la posibilidad de comenzar con algún animal de compañía.

El sistema es divertido y bastante letal, como se puede suponer de un juego de esta naturaleza. Acorde a la previsiblemente breve esperanza de vida de los PJ, la progresión es bastante rápida. Quizá los que sobrevivan para avanzar un tanto se vuelven lo bastante duros como para desafiar amenazas muy brutas. No sé, a mi técnico lo apiolaron con una escopeta.

En fin, que me pareció un juego divertido para partidas eventuales. Rápido, muy gamberro. Probablemente me aburriese si tuviese que jugar una campaña larga con esto, pero cuando se trata de hacer una aventura de relleno, de esas que cuando más marcianada mejor, Mutant Epoch me parece una buena opción. Para pasar el rato haciendo burradas por ahí.

4 comentarios:

  1. Solo por curiosidad ¿qué vale un juego de estos? Es que me ha llamado la atención la última frase de la reseña y he pensado; "gastarme 40€ para pasar el rato haciendo burradas no sé si es lo normal de un juego de rol". Pero entiendo que pueda tener su público una cosa así. Hace poco salió aquí en España un juego similar, Marte Satánico, pero creo que es un juego barato que se puede "amortizar" (y permítaseme la palabra, algo fuera de lugar) más o menos en una vida rolera. Pero me quedo con la sensación que hay juegos más destinados a leerlos que a jugarlos. Bueno, perdón por el tocho, a lo mejor simplemente es que no es un producto para mí, pero me ha dado por pensar en voz alta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues lo he visto por 24 euros y pico. No es un manual de los que se estilan ahora por las editoriales, en color, encuadernación en cartoné y demás. Este tiene un aspecto bastante más discreto. Y más barato.

      Y en el grupo en que jugamos hay quien se quedó con ganas de más. A mí no me convence mucho para jugar una larga campaña, pero al final el juego es lo que el grupo haga del mismo. He visto peores barbaridades en otros juegos de esos que se anuncian para gente sensible e inteligente, y al contrario.

      Eliminar
  2. Yo lo compré por 22 euros en Amazon, en 2012.
    Lo he jugado mucho, 5 o 6 aventuras más o menos largas. A mi grupo le gusta, es muy divertido.
    Al libro en sí, la única pega relativa que le pongo es que la letra es pequeña.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro, yo tuve la impresión de que no me gustaría mucho usarlo en campañas largas, pero tengo perfectamente claro que otros aficionados con gustos distintos pueden ser de un parecer diferente. Para cosas sueltas, de una sesión y de vez en cuando, sí lo encontré muy divertido.

      Eliminar