Un repaso de lo que he ido encontrando hasta el momento en estas jornadas celebradas en Alcorcón. Llegamos el viernes por la tarde, cuando todavía falta media hora para que se abra el acceso. Tras un rato haciendo cola bajo un sol no demasiado clemente, finalmente comienzan las inscripciones. Y los reencuentros con otros aficionados, compañeros en este hobby, lo que es, probablemente, la más satisfactoria de las experiencias que se pueden vivir en las jornadas. Saludo a Urox, que este año colabora con la organización.
Llegado el momento de inscribirme en alguna partida, decido quitarme de encima alguna de las espinas que llevo clavadas, empezando por Savage Worlds, con ganas de probar en calidad de jugador. Además, el director de juego es Alfonso García, traductor del juego, y un gran aficionado a RuneQuest a quien le debo toda la ayuda prestada para Portal de los Mundos. De modo que tenía ganas de conocerle en persona.
La partida es de Deadlands. Un comienzo in media res con todo el espíritu del spaghetti western. Una situación de lo más peliaguda que pronto nos hace temer por un prematuro fin de la partida vía TPK. Finalmente nuestros PJ salen bien librados -o al menos con vida- aunque a Wilma Mcleod, la Calamity Jane a la que interpreto, le han llovido palos hasta en el cielo de la boca, además de una racha de mala suerte en mis tiradas que alcanza proporciones épicas. Más tarde, algunas escenas de investigación dejan claro que me encuentro demasiado espeso para enterarme bien de lo que está ocurriendo. El tiempo para la partida concluye antes de poder terminarla, lo que probablemente salvó la vida de los PJ (para aquel entonces yo me encontraba resignado a que Wilma encontrase su final en un fútil intento de acabar con el jefe de una banda de indios "De algo hay que morir", fueron sus palabras cuando le cuestionaron la sabiduría de sus actos). Aunque la cosa tuvo sus momentos frustrantes, lo pasé muy bien jugando y me gustó la partida.
El mercadillo ha sufrido algunos cambios en su organización este año: Debido a que algunos impresentables -por decirlo suavemente- en ediciones anteriores decidieron que para qué pagar los precios casi siempre bajos de los artículos de segunda mano si podían llevárselos gratis de forma discreta, ahora la cosa está más controlada para que nadie pueda marcharse con un juego bajo en brazo sin que nadie se de cuenta. Lo que significa que en ocasiones hay que hacer cola para poder entrar en la zona acotada para estos productos. De todas formas no encuentro nada que me llame especialmente la atención. Nos marchamos poco antes del cierre.
El día siguiente, el sábado, es el que presenta los picos de asistencia, y se nota. Saludo a otros aficionados que recuerdo del año pasado, como Bester, Rubén, o Carlos de la Cruz (con quien coincidiré en la siguiente partida, según descubro poco después). Veo mucha más gente que el viernes -que tampoco fue poca-, lo que podría dar problemas para apuntarme en alguna de las partidas a las que les tengo echado el ojo. Por suerte, los que vinimos el día anterior podemos evitar el trámite de inscripción a las jornadas y pasar directamente a las listas de partidas disponibles.
Y tengo suerte: Clásicos del Mazmorreo, otro de los juegos con ganas de probar delante de la pantalla del director de juego. Hay dos partidas, una dirigida por Velasco, la otra por José Masaga. Me da igual a cual de ellas unirme, lo dejo en manos del voluntario que me atiende en esto. Así que acabo en la de José, La jugada de Glipkerio me ha parecido muy buena, llena de momentos y escenas memorables. El trabajo del director de juego, con un impresionante despliegue de escenografía, magnifica el conjunto. El propio José resulta muy buen director de juego, y tras unas horas de juego el grupo de seis jugadores se alza victorioso frente a todas las dificultades que ha tenido que afrontar. Aprovecho para hacerme por fin con una copia impresa de Los Salones Verticales, el escenario con el que Phlogiston Books se estrenó en la publicación, y que el propio José había dirigido el día anterior,
Una visita rápida al mercadillo antes de salir para comer da mejores resultados, pues encuentro un par de libros de Pathfinder a muy buen precio. También me hago con un Manual del Director de Juego para Rolemaster. Me han hablado muy bien de este suplemento, y de todos modos también sale muy barato.
La comida es el ya tradicional picnic en la Colina del Troleo, situada en un parque frente al polideportivo en el que se celebran las LES. Y como ya se ha dicho "lo que se dice en la Colina del Troleo, se queda en la Colina del Troleo".
A la vuelta para la ronda de partidas vespertinas, ya me hago una idea de lo que me espera al llegar; una cola enorme ya preparada, montones de jugadores que van a escoger antes que yo. Cuando llego, apenas quedan plazas en unas cuantas partidas. Hay una de Savage Worlds, así que decido repetir, esperando que no sea la misma que la del día anterior.
Resulta que no lo es, pero también resulta que no hay partida. Algún problema de comunicación entre los organizadores de la partida y los del evento ha impedido que se deje constancia de que la partida había sido cancelada. Así que no hay partida para mí esa tarde. Tampoco pasa nada, no se lo voy a tener en cuenta a la gente que voluntariamente se toma muchas molestias para que las jornadas salgan adelante. Así que me encojo de hombros y me decido a curiosear las partidas a las que juegan otros. Y eso que muy amablemente, Urox me ofrece unirme a la que está a punto de comenzar, La caída de Saigón, también para Savage Worlds. Pero ya me he hecho a la idea de moverme por ahí un rato, así que declino la oferta. Eso sí, me quedo un rato observando la partida, y puedo comprobar como los jugadores la disfrutan, Parece que se lo pasan en grande.
En esto que llega Alfonso García, y decidimos salir fuera un rato. Charlamos en un bar cercano, una amena conversación sobre juegos y esta afición que compartimos, frente a algunas cañas. Alfonso es tan buen tipo (o mejor aun) como esperaba. Desde luego, no lamento haberme perdido la partida, como decía al principio, lo que más me gusta de esto de las jornadas es la oportunidad que ofrecen de conocer gente así.
Regresamos cuando las partidas ya van tocando a su fin. Me reúno con los amigos con quienes he venido, y nos marchamos. Mañana toca el último día.
Me encantaría poder coincidir algún día en unas jornadas con Alfonso y el Cronista. ¡Qué envidia!
ResponderEliminarEspero que haya oportunidad para ello en alguna ocasión, en las LES o en cualquier otro evento de este tipo.
EliminarJe, je, je. ¡Muchas gracias por la parte que me toca!
EliminarLa verdad es que yo también muchas ganas de conocerte en persona :)
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EliminarA ver, que me ha hecho una cosa rara.
EliminarHay que añadir a esta conversación gloranthana cuando se produzca, entre otros muchos, a nuestro Gran Orco, Runeblogger :)
Sí, a veces blogger hace cosas raras, y los comentarios salen duplicados.
EliminarEstaría realmente bien poder coincidir unos cuantos aficionados a RQ en algún evento de estos. Y jugar ya ni te cuento :).
¿Conoces las "kedadas gloranthanas"? Yo no creo que pueda ir a la siguiente, que es en Novelda el 17 y 18 de octubre, pero van a ir bastantes runequesteros.
EliminarPues no sabía de esto, gracias por el aviso. Tendré que ver si me resulta posible pasar por allí.
EliminarUn placer coincidir otra vez en las LES, Cronista, y encima en partida con el gran Jose ;). Yo es la tercera vez que juego con él y sus despliegues de escenografía son brutales, la verdad :D. Sé que debería aprovechar las LES para jugar a otras cosas, pero es que... con Jose es acierto seguro ;).
ResponderEliminar"La Jugada de Glipterio" me pareció una aventura muy chula, con un final interesante, ¡aunque mi ladrón Luiso no hiciera nada de nada en la batalla definitiva! xD
José me gustó tanto como director de juego que al día siguiente repetí en su mesa, con un juego completamente distinto :P.
EliminarY, bueno, en el último encuentro mi guerrera Albricias no resultó mucho más útil. Aunque si lo piensas bien, considerando las circunstancias algo paradójicas que entraña el escenario, tu ladrón sí resultó útil en la batalla "definitiva" :D.
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ResponderEliminarSi llego a saber que eras tú el que estaba sentado a mi izquierda mirando la partida que llevaba Urox me hubiese gustado felicitarte por llevar adelante el portal de mundos. No pudo ser así que lo hago por aquí.
ResponderEliminar¡Pues muchas gracias!
EliminarA tim hombre, que te das el trabajazo.
EliminarPues si.
ResponderEliminarEs que los que publicais, cuando vais a las jornadas debierais llevar un cartelito para que se os reconociera. Yo estuve jugando "La caida de Saigon" y seguro que estuviste al lado y ni te reconoci. Es una pena, por no poder conocerte en persona y agradecerte la labor que haces.
Confirmo tu apreciacion sobre la partida. Me lo pase como un enano, y eso que al principio me echaba un poquito para atras por que soy mas de fantasia que de ambientacion belica, pero mi prioridad era probar y conocer el sistema del Savage Words antes de que me llegue mi copìa. Al final la experiencia como siempre que haces algo con gente que va a disfrutar fue muy gratificante.
La verdad, creo que me daría un poco de vergüenza eso de llevar alguna identificación del blog ;), pero gracias.
EliminarMás tarde acabé comentándole a Urox que después de todo, me había quedado con las ganas de jugar su partida, que parecía muy divertida. A ver si más adelante acabo teniendo ocasión.