jueves, 19 de diciembre de 2024

Reyes de la tierra salvaje, de Nicholas Eames

 

Gamon, editorial que creo de origen argentino (no estoy del todo seguro en este punto), empezó hace unos pocos años -2021- su andadura en España con esta novela, primera de la trilogía de La Banda. Su autor, el canadiense Nicholas Eames, conjuga en las páginas de su libro dos cosas que serán, probablemente, muy familiares para sus lectores. Por un lado una literatura de aventuras de fantasía, de corte incluso dungeonero. Por otro, el aprecio por la música rock. En el caso de esta primera entrega en particular, la propia de los años setenta. 

En el mundo que nos propone el autor existen grupos de aventureros que van por ahí -o iban- resolviendo problemas y cazando monstruos. Pero a estos grupos se les denomina bandas, y sus actividades se resumen en "ir de bolos". Son los ídolos de las masas, cuentan con groupies, etc. Sus miembros son reconocibles a través de las clases de personaje de D&D, con una excepción. Los bardos son seguidores de las bandas, dedicados a tomar registro de sus hazañas. En el caso de la banda protagonista, les duraban poco tiempo, siempre ocurría algo que acababa con la vida del bardo de turno.

La novela está escrita en primera persona, desde el punto de vista de Clay Cooper, uno de los miembros retirados de una de las bandas más famosas de su época. Ahora uno de sus excompañeros le pide ayuda, quiere volver a reunir al viejo grupo de veteranos para una misión cuyo objetivo consiste en salvar la vida de su hija. A partir de ahí se suceden una serie de aventuras mientras reúnen al viejo grupo y emprenden este nuevo viaje. El mundo por el que se mueven es muy diferente al que recuerdan de su juventud. Ahora las bandas son algo más preparado, menos auténticas de lo que eran en su propia época y sin embargo, ganan, o al menos generan, muchísimo más dinero.

Los libros de esta trilogía están plagados de referentes a la música popular, cada libro dedicado a una década empezando aquí por los años setenta. Así, Clay Cooper recibe el apodo de "Mano Lenta", nombre con el que es conocido Eric Clapton. Los miembros de otra de las bandas que hace aparición durante el desarrollo de la trama acostumbran a llevar pintado el rostro en blanco y negro -no llegan a decir nada sobre la longitud de la lengua de uno de sus miembros, creo recordar-. Y el villano de la historia, que pertenece a una raza que sería el equivalente de los elfos en esta historia, resulta que lleva una cicatriz en forma de relámpago zigzagueante cruzándole un ojo (no le llaman el Duque Blanco, pero por ahí va la cosa). 

No es una novela para tomarse demasiado en serio, pero tampoco es una parodia. La acción en ocasiones puede ser exagerada -aunque para eso, el segundo volumen de la trilogía lo supera de lejos-, pero nunca deja de ser entretenida. La búsqueda de las referencias puede resultar adictiva -al final, el autor se dedicó a explicar las referencias en un foro ante las incesantes preguntas de los lectores-, pero el desarrollo de la trama, a pesar de su sencillez, resulta absorbente. Tiene mucho sentido del humor, pero también sus momentos más dramáticos. En ocasiones, llegan a ser incómodos para un lector que solo quiere una historia sencilla de héroes y villanos.

Reyes de la tierra salvaje es un libro sin demasiadas pretensiones, pero no por ello menos entretenido o divertido. En algunos momentos el tropo "los monstruos también son personas" se pone de relieve de un modo que puede llegar a considerarse incómodo. Los humanos se están defendiendo en el momento presente, pero lo hacen de criaturas que poco tienen que perder teniendo en cuenta el modo en que son tratadas. Este punto tendrá mayor importancia en el segundo volumen de la trilogía, pero sigue teniendo sus momentos en este.

Las siguientes entregas de la trilogía avanzan la trama varios años. Pero sobre todo, avanzan las referencias una década. Así, Rosa la Sanguinaria toma como marco la música de los años ochenta del mismo modo en que Reyes de la tierra salvaje lo hace con la década de los setenta.

No es una novela escrita con una prosa espectacular. Es entretenida, divertida por su sentido del humor y por la continua lluvia de referencias musicales que animan a seguir con la lectura y cazar todos esos detalles. En ese aspecto es un muy buen libro. No lo compararía ni de lejos con los realmente buenos del género, pero tampoco desmerezco su lectura, que pienso, muchos encontrarán interesante. Y esta es la primera de muchas buenas publicaciones realizadas por la editorial Gamon.

viernes, 13 de diciembre de 2024

Unearthed Companion

 

 Los aficionados que, como yo, ya van teniendo una edad, podrán recordar que, hasta finales de los años noventa o así, era, si no habitual, al menos no algo infrecuente, que algún suplemento de un juego incluyese enmiendas al manual básico. Revisión, corrección, alteraciones de reglas de un modo u otro. Con el tiempo y si la costumbre se extendía mucho, al final seguir la forma declarada "correcta" del sistema podría llegar a ser bastante engorroso, con este tipo de revisiones repartidas a lo largo de varios libros.

Hoy día es algo que ya no se lleva. Uno podría pensar que quizá es que el diseño de los manuales es ahora algo mucho más sistematizado y bien pensado desde un buen principio, pero lo cierto es que se ha cambiado una costumbre por otra distinta. Ahora los cambios que antes irían en algún suplemento, son incorporados en una edición revisada y corregida del sistema (el primer ejemplo que me viene a la cabeza es el D&D 3.5, pero seguro que hay muchos más, y varios que serán anteriores a ese). 

Así que cuando los creadores de un juego se dan cuenta de que habría una forma mejor para resolver una cuestión de reglas -o incluso que la han cagado pero bien al redactarla sin tener en cuenta las posibles consecuencias derivadas- ¿Qué forma de ofrecer estas correcciones a los aficionados resulta más adecuada? Bueno, en cuanto a las editoriales parece bastante claro dónde se encuentra la preferencia general. En cuanto a los aficionados, pues cada cuál tendrá su opinión. También yo tengo la mía.

En fin. Todo esto viene a cuenta del contenido de un par de capítulos del Unearthed Companion, que precisamente remiten a esa pretérita forma de hacer las cosas.

El Unearthed Companion ha sido algo que los aficionados a Mythras -aquellos a quienes también les gusta Fantasía Clásica, por lo menos- llevan esperando desde que el principal suplemento de la línea salió a la luz allá por 2016. Ya desde el inicio, puesto que dicho manual no contenía todo lo que debería haber incluido para ser considerado completo, se anunciaba un próximo suplemento que incorporaría a la línea el contenido restante -principalmente conjuros y objetos mágicos relativos a los Rangos más altos del juego-, además de subsistemas para resolver determinadas situaciones y algunas clases nuevas.

Bueno, el suplemento finalmente llegó a finales de 2024 -tan solo el Mythic Greece se está haciendo más de esperar que este libro- después de una serie de retrasos debidos a cuestiones personales del autor Rodney Leary y al funcionamiento de una editorial del tamaño de The Design Mechanism, que incluso recurrió al parche que fue el Expert Set publicado como avance del próximo suplemento. Pero ya está aquí, aunque haya sido después de ocho años. El Unearthed Companion completa lo que vendría a ser el manual de Fantasía Clásica, con revisiones a algunas de sus reglas y el añadido de un montón de conjuros, muchos monstruos y objetos mágicos que algunos echarían de menos en el libro básico de la línea.

Personalmente, lo esperaba con muchas ganas. En entradas anteriores estuve expresando cierto agotamiento y problemas surgidos con Fantasía Clásica -después de casi seis años dirigiendo principalmente con estas reglas, creo que se me puede perdonar-, así que tenía la esperanza de que, con la llegada de este Companion, se revitalizara mi interés por la línea. Y así ha sido. Bueno, en cierto modo. Más o menos.

Como todo lo que publica TDM, el Unearthed Companion está disponible únicamente en impresión bajo demanda y en PDF. Para el primer caso, que incluye también la versión digital, es posible adquirirlo a través de DrivethruRPG, Lulu, Aeon Games o la propia web de TDM. Como suelo, yo lo hice a través de Lulu, de modo que no puedo responder por los valores de producción del resto. Y ojo, no es un libro barato. Pero como ya no me da por comprar gran cosa de rol, pues bueno.


Forma

Encuadernadas en cartoné, vamos a encontrar trescientas treinta y cuatro páginas, que si las comparamos a las trescientas treinta y seis de Classic Fantasy (La edición de 77Mundos tiene trescientas sesenta y ocho, pero también incluye el Expert Set) haría pensar que prácticamente se ha doblado la cantidad de contenido. En la práctica no es tanto así, puesto que el tipo de fuente usado en el Unearthed Companion -UC a partir de ahora- es superior a la de Classic Fantasy. De modo que no es igual de extenso, pero sigue contando con una buena cantidad de palabras. La maquetación es la habitual, con texto a dos columnas, cenefas con runas en el borde inferior, y algún que otro cuadro de texto.

El libro se vende como manual en color, y es cierto que el papel empleado en su impresión es mejor que el que se utiliza cuando es únicamente en blanco y negro. El color se limita a las cenefas, los títulos de capítulos y apartados, las tablas y términos de juego de los bichos y, también, a varias ilustraciones.

Lo de las ilustraciones me deja un poco suspicaz. La cubierta de Dan MacKinnon, veterano ilustrador de Mythras, está bien. Quizá un poco de cómic para mi gusto, pero eso ya es cosa mía, y no me disgusta. Lo del hechicero celebrando su poder frente a un tomo mágico siempre es algo que queda resultón como motivo para la cubierta.

Las ilustraciones interiores, de David Garzás, Júlio (sic) Rocha y James Turpin, se dividen entre las que van en blanco y negro y las que están en color. David Garzás tiene un estilo que me gusta, que queda muy bien en Lyonesse y que ha adaptado -eliminando algo del aire entre cínico e irónico de sus personajes- para Fantasía Clásica. James Turpin también me produjo muy buena impresión en Mythic Babylon -otro sobre el que tengo pendiente escribir alguna entrada- y aquí también queda muy apropiado.

Las ilustraciones en color, de Júlio Rocha, son las que más me hacen dudar. Algunos de sus dibujos me hacen pensar que podría tratarse de modelado 3D con un uso muy sofisticado de filtros de color. No sé si será el caso, pero algunos de sus personajes tienen en la cara la expresión indiferente de un maniquí (otros no, y a su favor diré que la iluminación de las escenas es algo que domina muy bien). Incluso si mi impresión es errónea y se trata de genuinos dibujos, no me termina de convencer, qué le voy a hacer.


Contenido

Bien, pues vamos allá. Créditos, tabla de contenidos, Introduction. En este primer y breve capítulo, de apenas dos páginas, se avanza lo que tratará cada uno de los capítulos que vienen a continuación -lo que estoy haciendo aquí, pero en plan resumido-, junto con unas notas para explicar que, como es habitual en Fantasía Clásica, lo que se usa aquí es el sistema imperial y no el métrico, porque tradición y tal y cual (aunque luego se ofrecen alternativas).

Character Creation. Este capítulo, a pesar de no ser demasiado extenso, es importante. Aparte de añadir algún detalle ya empleado en Classic Fantasy Imperative -como una tabla con selecciones prestablecidas de la distribución de puntos si alguien quiere ahorrar tiempo preparando PJ-, se revisa las reglas de Alineamientos -ya no se habla de Filosofía Moral-, que reciben un valor inicial muy superior al resto de Pasiones, para señalar lo fundamental que resultan para el personaje. Se ofrece una versión alternativa de las reglas de Evasor Artero que no está mal, una nueva tabla con el equipo inicial para cada clase y, lo más importante del capítulo, la revisión de algunas de estas mismas clases de personaje.

Algunas quedan sin tocar, como el Clérigo -en realidad cambia algo su Talento de Expulsar, pero eso se detalla en un capítulo posterior- o tienen muy pocos cambios, como el Guerrero o el Caballero. A otras se les corrige algún problema o incoherencia que presentaban -el Montaraz tiene ahora la posibilidad de acortar el tiempo de recarga en los disparos con arco o ballesta- o incluso son revisados con más detalle, como el Monje o el Bardo y, en particular, el Bersérker, que escalona ahora la obtención de sus Talentos en lugar de recibirlo todo de buen principio, lo que lo convertía en una absoluta fuerza de la naturaleza.

En general, todos los cambios presentados me parecen apropiados. Me faltaría alguna cosa, como que se hubiese tenido en cuenta el conocimiento de los Bardos, esa capacidad para identificar rasgos de algún objeto o monstruos mediante las leyendas y canciones de su repertorio, pero todo lo demás me parece bien, y son cambios que adoptaré en mis partidas en cuanto tenga oportunidad.

El siguiente capítulo, Multi-Class Revision, trata, pues de eso, de revisar la multiclase. Solo he tenido un PJ así en todo lo que llevo dirigido, y me quedó claro que no se repetiría. Las reglas originales de Fantasía Clásica para contar con dos o incluso tres clases ofrecían mucho a cambio de muy poco. Además del hecho de que en un juego basado en habilidades la justificación de poder contar con más de una clase resulta más difícil de defender.

Eso último queda ya a juicio de cada uno, pero al menos las reglas que permiten esta opción me parecen ahora más sensatas. Se especifica, como ocurre en las últimas ediciones de D&D. que el límite de Rangos de un PJ es de cinco, se alcance por una o por la suma de dos ó tres clases. Y las clases adicionales no aportan sus Talentos a Rango uno, sino que el jugador decide, cuando el personaje cumple los prerrequisitos para el aumento, escoger si la clase sube, o cuando lo hace. Por ejemplo, un guerrero ladrón, puede empezar como Guerrero de Rango uno y Ladrón de Rango cero. La suma de ambas clases no puede ser mayor de cinco, y el jugador decide si quiere o no aumentar una clase aunque ya haya cumplido sus prerrequisitos, según sus deseos, aunque no puede aumentar su clase secundaria -Ladrón- hasta que no haya llegado a Rango dos con la principal.

Los prerrequisitos, por cierto, aumentan considerablemente para las clases adicionales, un +10% para la segunda clase y +20% para la tercera. Por lo demás, el capítulo incluye algunas restricciones de combinaciones entre clases, la forma en que se combinan los Talentos y ese tipo de cuestiones.

Si la lectura de las reglas tal y como se presentaban en Fantasía Clásica me provocaban rechazo, estas son motivo de una cauta curiosidad. A menudo me ocurre que donde yo veo una interesante forma de plasmar en el juego algún personaje que me guste, los jugadores pueden ver formas de desatar poderes inenarrables en la mesa de juego. Pero supongo que nada se pierde por probar alguna vez.

New Magic Rules. Así a bote pronto, algunas de las cuestiones que se tratan. Ahora, los que tiran de magia divina funcionan como siempre se ha hecho en D&D -tienen acceso a todos los conjuros que ofrecen sus deidades desde el primer comienzo- y no sé yo si adoptaré ese punto, que me gustaba lo de poner conjuros de magia divina en templos, altares y lugares sagrados a los que un Clérigo o Druida pudiese ir en peregrinación para aprenderlos (algo así venía en el Expert Set). Pero bueno. Todas las clases con magia cuentan ahora con conjuros de Rango cero. Resistir mediante la Evasión un conjuro de daño en área de efecto niega todo el daño -es razonable tratándose de Mythras, donde el estado de salud puede ser binario y la magia puede causar mucho daño-. Los Bardos no usan libros de conjuros, la magia curativa funciona de forma parecida a como lo hace en Classic Fantasy Imperative (en heridas por encima del tipo de conjuro siguen sanando, aunque solo sea un Punto de Golpe). La progresión del daño por Intensidad en muchos conjuros ahora va sumando d6´s (también es razonable, cuando la Intensidad es tan alta que tiras 1d10 y sacas un uno, pues resulta un chasco un poco ridículo).

También se revisa la Expulsión de no muertos y demonios/diablos que pueden realizar Clérigos y Paladines. Viene a ser lo mismo que antes, más o menos, pero explicado de forma diferente. Quizá algo más simplificado. Y hay algunas reglas más, sobre armaduras, pociones para recuperar Puntos de Magia, componentes para conjuros y cómo encontrarlos, etc.

A partir de ahora, cada clase usuaria de magia cuenta con su propia lista de conjuros. Se adopta pues, el modelo establecido a partir de D&D3 y no me parece una mala elección. Como se alude más arriba, todas estas clases tienen ahora magia de Rango cero -Trucos en el caso de la magia arcana, Oraciones en el caso de la divina-, y se explica sin lugar a dudas cuál es la cantidad de conjuros inicial de cada clase, así como la progresión en su capacidad mnemotécnica en función del Rango. No me gusta que un mago tenga acceso a todos los Trucos desde el principio, creo que mantendré la forma anterior en la que la cantidad de estos conjuros que se conocen va en función del valor en Conocimiento Arcano o Piedad, pero eso es mi parecer particular, para el resto es cosa ya de cada cuál. Por cierto, las tablas cuentan con una distribución porcentual de los conjuros, por si resulta necesario sacar alguno al azar. Un detalle práctico.

More Spells! (así, en modo exclamativo). Este capítulo se lleva unas ciento diez páginas, un tercio del UC son los conjuros. Están los de Rango cuatro y cinco, pero también muchos otros de Rangos menores, incluyendo revisiones de conjuros ya publicados pero de los que se ha optado por cambiar esto o aquello.

Los conjuros se presentan ahora en orden alfabético, sin atender a separación entre magia arcana y divina. En su lugar, cada conjuro incluye las clases que pueden lanzarlo y en qué Rango pueden comenzar a hacerlo.

Algunos me han gustado mucho como director de juego. Me encanta, por ejemplo, que se haya atendido a la función sacerdotal de algunas clases mediante Ceremony, que permite oficiar ciertos ritos, como oficializar la mayoría de edad, unir en matrimonio o realizar los responsos por los difuntos, y todo ello con consecuencias en términos de juego. Otros conjuros ya me causan sudores fríos solo de pensar en cómo los jugadores los van a convertir en procedimiento estándar, como Strength, que es una barbaridad lo que puede llegar a hacer.

En general, sigue la línea de lo que ya se pudo ver en Fantasía Clásica y el Expert Set. Magia muy potente que consume muchos PM. Conjuros de Rango bajo que pueden resultar más determinantes en batalla que otros supuestamente más poderosos. Sigue tratándose de adaptaciones de conjuros existentes en D&D. Una impresión inicial hace pensar que un mago que se dedicara al apoyo y potenciación de sus compañeros resultaría incluso más efectivo que uno que desee destruir por sí mismo a sus enemigos tirándoles fuego y rayos, pero podría estar equivocado en eso.

Y en la línea del capítulo anterior, tenemos también... More Monsters! Que sin ocupar tanto como el de los conjuros, tiene sus buenas noventa páginas o así de bichos. Con los sospechosos más habituales cubiertos ya en Fantasía Clásica, aquí vienen otros. Demonios y diablos, empleando esa terminología de las primeras ediciones del juego (Tipo I, Tipo II, etc.), y que son clásicos como el vrock, la marilith, el glabrezu, el balor, etc. Y diablos como el barbado, el súcubo, el señor de la sima y otros. 

Se nos presenta de nuevo a los dragones, esta vez con términos de juego de ejemplo para cada tipo de dragón en su categoría adulta, y que así resulte más sencillo su personalización. Bien. El dracolich, los hombres dragón -que no tienen tanto que ver con los dracónidos modernos como con los draconianos de la Dragonlance-, las salamandras, los beyonders -también llamados, ejem, miradores-, elementales, genios, varios tipos de esqueletos y zombis, espectros (spectres), espectros (wraiths), tumularios, gólems y un largo etcétera.

Con el tiempo, en mi campaña tuve que hacer mi propia versión de algunos de estos bichos, como la hidra o el contemp... perdón, el mirador. Me ha hecho gracia comparar mis versiones con las del UC, y ver cuán o cuán poco se parecen. Pero bueno, eso, un montón de bichos, y también algunos rasgos propios de criaturas para algunos de ellos.

More Treasure! El manual de Fantasía Clásica incluía los términos de juego para los objetos categorizados entre los Rangos uno y tres de poder. UC contiene algunos más de esos, pero sobre todo los más poderosos, aquellos de Rango cuatro y cinco. Al igual que con los conjuros y los monstruos, las fuentes originales tienen mucho de dónde tirar para hacer adaptaciones, así que todo lo que vamos a ver aquí aparecía ya, probablemente, en AD&D

Al contrario que con los monstruos, adaptar objetos mágicos me resulta muy complicado. Supongo que es por la aprensión que me causa ver a los PJ ostentando un poder excesivo, pero me cuesta. Y viendo las formas que adoptan ciertos objetos en UC comparadas con las que idee yo, lo normal es que los míos siempre se quedan cortos.

En fin. Chismes clásicos del juego, como la espada vorpal (o vorpalina), la vengadora sagrada, la vara de los magos, la vara de poder, las piedras ioun, el agujero portátil, el bote plegable... anillos, cetros, varas, varitas, objetos misceláneos, armas, armaduras y unas cuantas cosas más.

Vamos llegando ya al final con el Appendix. En estas páginas vamos a encontrar las tablas de encuentros para los niveles 6-10 de una mazmorra, siguiendo la pauta establecida en el manual de Fantasía Clásica. Y que, huelga mencionar, son muy genéricas y se basan principalmente en el poder y peligro que representan los encuentros, pero sirven de guía a la hora de elaborar otras más personalizadas y concretas. Tablas sobre el clima, estableciendo temperatura, precipitaciones y viento (no he llegado a compararlas con Mythras, pero alguna me parece muy parecida a la del manual). Unas muy útiles tablas de armas para los PJ de TAM muy bajos -los medianos y gnomos, por ejemplo- en las que se especifican las armas de tamaño humano que pueden blandir y de qué forma, así como las características de las armas creadas específicamente para esos valores de TAM.

Una tabla con los PA y los PG de varios tipos de objetos inanimados. Y unas tablas de conversión de pesos y medidas desde el sistema imperial hasta el métrico, con valores redondeados y valores exactos de la conversión.

Luego hay una nueva hoja de personaje. Esta va apaisada y a dos caras. A algunos jugadores les gustará más así, yo las prefiero en retrato (la fuerza de la costumbre, supongo). Y otra hoja más para anotar conjuros.

Para terminar, un índice por palabras bastante completo.

Y ya.


Algunos comentarios

Si bien no pude evitar cierta decepción por la falta de determinados contenidos en este manual, eso se debe más no a que sea una carencia del mismo, sino a que era algo que ya había sido anunciado que se incluiría pero al final no.

El propio Rodney Leary, quizá en un exceso de entusiasmo, ya afirmó que este libro incluiría reglas para los viajes y el movimiento por mapas, o la alquimia. Supuestamente incluso iba a incluir un par de clases nuevas -el Asesino y el Antipaladín, que serían clases "para PNJ"-, pero al final todo eso se quedó fuera. Y el autor ya ha dejado claro que para publicaciones futuras mantendrá un mayor grado de discreción, para que no se repita esto. Ni adelantará fechas si no está absolutamente seguro de las mismas.

Dejando a un lado esa decepción no del todo justa, lo que sí contiene este UC me resulta interesante y enriquecedor para el juego. Las revisiones a las clases de personaje y la multiclase, y los cambios y añadidos a las reglas de magia son fruto de la experiencia, y no hay nada mejor que eso para determinar qué debe arreglarse y cómo habría que hacerlo.

Los conjuros van a proporcionar un porrón de variedad nueva en la línea, y si te da igual o puedes manejar lo que puede llegar a hacer un grupo bien provisto de magia y con mala leche, pues miel sobre hojuelas. A mí me gusta lo que he leído, pero una vocecilla no paraba de decirme "ya verás, ya, cuando te empiecen a hacer esto". Pero bueno, por lo menos me daré la oportunidad de confirmar mis temores o no. 

Todo lo que sea añadir monstruos es para mí bienvenido. Máxime teniendo en cuenta que, de todo lo que
incluye Fantasía Clásica, los bichos son lo más aprovechable, útil incluso cuando estás utilizando las reglas de Mythras "a pelo".

Y los objetos mágicos tampoco están nada mal. Quizá algunos son muy poderosos, pero es que de eso se trata. Y son necesarios para enfrentar a ciertos bichos con un mínimo de probabilidades de victoria. 

De modo que el manual me ha gustado. Este Unearthed Companion es un buen suplemento -quizá más que llamarlo así sea mejor decir que completa el manual básico- que pienso servirá para mejorar el juego. Ahora me falta ponerlo en práctica.

sábado, 7 de diciembre de 2024

Probando Tierras Quebradas

Desde mediados de este año, cuando surge la ocasión, he podido jugar algunas aventuras con Tierras Quebradas, y espero volver a jugar alguna que otra más durante las próximas fiestas.

Por lo que he podido ver, este juego viene a ser un trasunto del mundo de Melniboné y los Reinos Jóvenes, con toda la parafernalia de la guerra cósmica entre los Señores de la Ley y los del Caos, con una fuerza dedicada al Equilibrio, unos poderes de los elementos, unas antiguas civilizaciones de seres que no son humanos, que practican ampliamente la hechicería y que guardan profundos vínculos con los dragones, etc., etc. 

No soy en absoluto contrario a este tipo de ambientaciones que básicamente versionan otra, en particular cuando la original tiene su historia y protagonistas completamente definidos y la nueva permite que los PJ ocupen ese papel. Desafortunadamente parece que la ambientación ya ha ocupado esos huecos con individuos propios. En lugar de una Espada Negra hay una Espada Blanca, pero ya tiene portadora -que además es la protagonista de dos novelas escritas por el autor del juego-. Así que la ambientación también cuenta con su propio Elric.

El sistema me resulta muy curioso. Es, casi en todo, una recreación de Elric, la edición publicada en España por La Factoría en 2002. En casi todo, excepto en la mecánica básica, que sustituye el D100 por tiradas de 1d10+Característica+Habilidad contra una dificultad o contra la tirada del contrario, cuando es enfrentada. Las tiradas son abiertas. Unas reglas sencillas, aunque más letales si cabe que las originales cuando se trata del combate. La diferencia por la que el ganador supera la tirada de su contrario se suma -hasta cierto punto- a su valor de daño, y no es raro que eso suponga una muerte automática.

Aclaro que lo que he jugado ha sido con las reglas revisadas, un manual más reciente en el que se corrigen algunos fallos bastante graves del sistema original y que podían llevar a importantes desequilibrios por parte de los personajes dedicados al combate.

Las reglas de lealtades a las diferentes facciones cósmicas también están presentes, y también son muy similares a las de Elric o Magic World. Si bien pueden tener algunos cambios y/o añadidos, a cualquiera que haya jugado con los anteriores, les resultará muy familiar el modo en que se resuelve este tema en Tierras Quebradas.

Las reglas de magia consisten en un sistema formulaico de nombre+verbo, al estilo de Ars Magica o, siguiendo el tema de Elric, las reglas aparecidas en El Este Desconocido. Un hechicero ha de aprender sus conjuros, que tienen su fórmula y una dificultad de lanzamiento. Cada nombre y verbo de la magia -esferas, creo que las llaman- es una habilidad específica, y el lanzamiento se realiza empleando la habilidad a nivel más bajo de las que forman parte de la fórmula. Así que lo normal es especializarse.

Hay un sistema de ventajas y desventajas para añadir algo de personalización a los PJ, que en general pueden salir bastante pulidos. En fin, que no hay nada especialmente novedoso en este sistema, todo son mecánicas cuya funcionalidad quedó demostrada hace mucho. Por mí perfecto. El sistema se aprende enseguida y no da sorpresas. Los combates armados pueden ser muy peligrosos, es mejor pensarlo antes de decidir que vale la pena meterse en uno. 

Por lo que he visto, Carlos Ferrer, autor del juego, se esmera en el trato de la línea, ofreciendo muchos suplementos con aventuras y ambientación. Incluso un par de novelas, como mencionaba antes, la segunda de las cuales recién acaba de concluir exitosamente su campaña de financiación colectiva.

Las partidas que he jugado, afortunadamente, parecen tener en cuenta la letalidad del sistema, así que ponen más peso en la interacción y la posibilidad de resolver los problemas sin tener que recurrir, o al menos haciéndolo lo menos posible, al empleo de las armas.

En definitiva, el juego me ha dado buena impresión. No va a desbancar a ninguno de mis favoritos, pero resulta agradable jugar con un sistema que puedes ignorar hasta que llega el momento de realizar alguna tirada. Me decepciona un poco el que los PJ estén aquí relegados al mismo papel que suelen ocupar en Elric, porque el mundo también parece contar con su propia metatrama, o esa impresión me da, guiada por sus propios protagonistas. Pero el juego en sí está bien, parece sólido -al menos en la versión revisada- y funcional. A ver qué tal las próximas aventuras que juegue en las próximas semanas.